En Panamá, tanto en el sector público como en la empresa privada, la atención al cliente ha dejado mucho que desear. A menudo, la indiferencia y la falta de compromiso son características predominantes en los servicios ofrecidos. Sin embargo, es crucial entender que brindar una excelente atención al cliente no es una cuestión de cultura nacional ni de rasgos innatos. Es una estrategia que se puede y debe enseñar y aplicar consistentemente en cualquier organización.
La indiferencia en la atención al cliente no solo afecta la percepción del servicio, sino que tiene consecuencias económicas significativas. Si los gerentes o dueños de negocios contabilizaran la cantidad de dinero que han dejado y siguen dejando de facturar debido a la deficiente atención de su equipo de colaboradores, descubrirían que con esos recursos podrían haber desarrollado cinco sucursales más. La atención al cliente no debe verse como un costo, sino como una inversión esencial para el crecimiento del negocio.
No hay excusas para no brindar una excelente atención. Un ejemplo claro se encuentra en las estaciones de combustible, una actividad considerada ruda y demandante. Sin embargo, en este sector, no hay vehículo que no sea sumamente bien atendido. Esto demuestra que con la formación y motivación adecuadas, es posible ofrecer un servicio de alta calidad en cualquier entorno.
En el competitivo mundo empresarial, no ha nacido, no existe, no se ha construido una estrategia más eficaz para generar ingresos que la de ofrecer una excelente atención al cliente. Este enfoque no solo retiene a los clientes existentes, sino que también atrae a nuevos, incrementando así la facturación y la reputación del negocio.
Comprar en un comercio o negocio es un acto de consideración. Los clientes no solo adquieren productos o servicios; también están dejando su dinero, que se utiliza para pagar la luz, el alquiler y los salarios. La mejor forma de agradecer ese acto es brindando una atención excepcional. Es una manera de mostrar gratitud y asegurar la continuidad del flujo de ingresos.
Finalmente, es fundamental reconocer que la excelente atención al cliente es, en esencia, el arte de hacer dinero. Un cliente satisfecho no solo regresa, sino que también recomienda el negocio a otros, creando un ciclo virtuoso de crecimiento y prosperidad. Por lo tanto, invertir en capacitación y desarrollo de habilidades en atención al cliente debe ser una prioridad para cualquier organización que aspire a tener éxito en el mercado actual.
En conclusión, es hora de que en Panamá se reconozca la importancia de la atención al cliente y se adopten las estrategias necesarias para mejorarla. Esto no solo beneficiará a los clientes, sino que también impulsará el crecimiento y la rentabilidad de las empresas, creando un entorno más dinámico y próspero para todos, generando consumo y, a su vez, más empleos, que es la prioridad en este país.
Coach comercial y motivador laboral de cambio de actitud.

