Panamá podría verse beneficiado de un mayor desarrollo económico si aumenta su inversión pública en investigación y desarrollo (I+D).
Actualmente, el país invierte un total de 0.2% del PIB en I+D. No obstante, de acuerdo con datos del Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT, 2022), en la región latinoamericana existen diversos países que superan a Panamá en su inversión como, por ejemplo, Brasil con 1.15% del PIB, y países con poblaciones similares como Uruguay con 0.63% del PIB; Argentina con 0.55% del PIB y Costa Rica con 0.36% del PIB. Si se compara con la región europea, la situación es más crítica dado que su media es de 2.27%, de acuerdo con Eustat (2022), Instituto Vasco de Estadística.
Para ilustrar el ejemplo de cómo un país puede ser beneficiado del aumento del gasto público I+D, se presenta el caso de Estados Unidos. Este país inicialmente realizó una inversión alta a través del Proyecto Manhattan con la finalidad de desarrollar armas nucleares para la Segunda Guerra Mundial. Además, luego de la guerra, aumentó su inversión de 0.71% del PIB en 1953 a 1.45% en 1958, es decir, tuvo un aumento de 204% en 5 años. Ese mismo año se creó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA), con la finalidad de lograr la superioridad tecnológica.
ARPA se convirtió en 1972 en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), la cual ha tenido un rol fundamental en varias innovaciones, siendo una de estas la creación de las bases de lo que hoy es internet, financiando el protocolo de comunicaciones (TCP/IP), el sistema operativo UNIX y los programas de email necesarios para el sistema de comunicaciones. Además, DARPA financió un laboratorio adscrito a la Universidad del Sur de California para el diseño de un nuevo microchip lo que facilitó el desarrollo del sector de ordenadores personales. Esto se dio también dado que DARPA junto a Laboratorios Bell, entre otros, financió investigaciones para introducir el silicio en la industria de semiconductores.
La introducción del silicio también propició que, en 1976, se creara Apple, siendo ella también beneficiada de la inversión del Estado en I+D. DARPA financió al Instituto de Investigación de Standford (SRI) con la finalidad de que desarrollara un asistente virtual que apoyara a los militares, surgiendo así el proyecto Asistente Cognitivo que Ayuda y Organiza (CALO). En 2007, en el lanzamiento de iPhone, SRI vio la oportunidad para que CALO se utilizara en smartphones y comercializó la tecnología, lo que promovió que ese año se creara Siri, una start-up financiada con capital de riesgo, la cual fue adquirida por Apple en 2010.
Finalmente, otro ejemplo, en el cual el financiamiento público ha aportado al desarrollo de innovaciones en el contexto de Estados Unidos, fue la creación de la primera supercomputadora exaescala del mundo, llamada Frontier, la cual fue desarrollada por el Laboratorio Nacional Oak Ridge -el cual es financiado por el Departamento de Energía de Estados Unidos-, en conjunto con Hewlett Packard Enterprise. Esta supercomputadora fue reconocida como una de las mejores invenciones por la revista Time en 2023.
En conclusión, una de las razones por las cuales Estados Unidos cuenta con un gran desarrollo económico es porque desde la Segunda Guerra Mundial en adelante, decidió apostar por el camino de inversión pública en investigación científica y desarrollo tecnológico. En otras palabras, su política de innovación se orientó a promover el desarrollo de industrias como la de semiconductores y la informática, lo cual ha promovido el desarrollo de grandes innovaciones como el internet, los ordenadores de Apple, Siri, y la supercomputadora exaescala.
En nuestro país se cuenta con alto talento humano investigativo. No obstante, hoy día se requiere un aumento de la inversión pública en I+D, para que podamos equipararnos con nuestros homólogos latinoamericanos, y a futuro lograr la inversión necesaria que nos permita estar a la vanguardia en la innovación. ¡Solo así podremos crear nuestro propio Apple panameño!
El autor es jefe de Políticas Científicas en la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

