Exclusivo Suscriptores

¿El fin del mundo que conocimos?

El auge de los nacionalismos, la crisis de las democracias y el retorno de los caudillos plantean una pregunta inquietante: ¿seguirá siendo el mundo el mismo después de Trump y Putin?

En muchos rincones del planeta crece la impresión de que el mundo ya no volverá a ser el mismo. Detrás de esa percepción hay dos figuras que simbolizan el cambio de época: Donald Trump y Vladimir Putin. Ambos representan, desde polos distintos, la ruptura del orden liberal que definió la segunda mitad del siglo XX.

El quiebre del orden mundial

La invasión rusa a Ucrania no fue solo una guerra territorial: fue el rompimiento del orden internacional que había contenido las grandes potencias desde 1945. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, un país europeo intenta expandirse por la fuerza. Con ello, Putin desafió abiertamente la arquitectura legal y diplomática construida por Naciones Unidas, la OTAN y la Unión Europea.

Pero lo más inquietante no es solo el conflicto, sino la aceptación tácita —e incluso la admiración— que genera en ciertos sectores del mundo occidental. Esa complacencia marca el regreso de una política internacional basada en el miedo, el poder militar y la manipulación informativa, rasgos característicos de las autocracias del siglo pasado.

El ocaso del modelo democrático estadounidense

Mientras tanto, Estados Unidos vive una crisis interna sin precedentes en su historia reciente. El fenómeno Trump no fue un accidente político, sino la expresión de una sociedad fracturada, donde la desconfianza hacia las instituciones democráticas ha reemplazado la fe en ellas.

La erosión del concepto de separación de poderes, la instrumentalización de la justicia y la radicalización del discurso público han debilitado el sistema que alguna vez inspiró a las democracias del mundo.

Si Trump regresa al poder, consolidará una dinastía política y mediática, más cercana al modelo de caudillismo populista que a una república de instituciones. Estados Unidos dejaría de ser el referente moral de Occidente, y con ello el ideal democrático perdería su centro de gravedad.

El fin de la globalización y la crisis de confianza

Lo que estamos presenciando es más profundo que una crisis política: es el agotamiento de la globalización como proyecto civilizatorio. El mundo que se prometía interconectado y pacífico se ha transformado en un campo de competencia por recursos, tecnologías y narrativas.

China y Rusia promueven un modelo autoritario con estabilidad, mientras Occidente parece ofrecer libertad con incertidumbre. Esa contradicción alimenta el descontento social en decenas de países, donde los ciudadanos se sienten engañados por un sistema que prometió bienestar y terminó generando desigualdad y frustración.

Un nuevo siglo sin brújula

El resultado es un mundo sin dirección moral ni política clara. Los valores que guiaron la segunda mitad del siglo XX —libertad, cooperación, derechos humanos— están siendo reemplazados por nacionalismos cerrados, manipulaciones digitales y liderazgos mesiánicos.

La historia parece volver a su estado natural: un escenario donde la fuerza pesa más que la ley y donde las democracias ya no inspiran, sino que se justifican.

Lo más peligroso no es que el mundo cambie, sino que dejemos de creer en la posibilidad de mejorarlo.

El autor es exdirector de La Prensa


LAS MÁS LEÍDAS

  • Ministerio Público investiga presunta corrupción en el otorgamiento de trabajo comunitario a La Parce. Leer más
  • Días feriados y fiestas nacionales en Panamá 2026: Calendario detallado. Leer más
  • Detienen a sujetos vinculados al Tren de Aragua y desactivan minas. Leer más
  • Gobierno contrata a multinacional estadounidense para diseñar el quinto puente sobre el Canal. Leer más
  • Cuarto Puente sobre el Canal de Panamá: así será el Intercambiador del Este en Albrook. Leer más
  • Denuncia ante el Ministerio Público frena contrato millonario de piscinas que firmó la Alcaldía de Panamá. Leer más
  • Grupo Cibest acuerda vender Banistmo en Panamá a Inversiones Cuscatlán. Leer más