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¿El talento primero? El secreto para las fusiones y adquisiciones transformacionales

En el competitivo mundo de las fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés), los líderes empresariales suelen enfocarse en sinergias financieras —una reducción de costos, consolidación de plataformas, aprovechamiento de la escala— como palancas estratégicas. Sin embargo, existe una verdad disruptiva y de la que casi no se habla: en las operaciones que realmente transforman industrias, el verdadero motor son las personas.

Más aún, las empresas que ponen al talento, la cultura y las capacidades en el centro de su integración tienen un 50% más de probabilidad de alcanzar o superar sus metas de sinergias. Este enfoque centrado en las personas no es anecdótico: está respaldado por intensas investigaciones (tanto de McKinsey como de otras firmas, instituciones y think tanks) y casos reales.

La transformación profunda —no la integración funcional habitual, sino una que cambia el ADN de la compañía— depende de tres pilares clave: talento estratégico, construcción de capacidades y una cultura integradora.

Selección y alineación del talento: el primer activo estratégico

Para aprovechar el punto de inflexión que representa una fusión, es crítico identificar los roles “transformacionales”. En promedio, unas 40 posiciones clave del nivel medio o sénior concentran el 80% del valor total generado. Estos cargos no siempre están entre los C-suite: pueden ser líderes de finanzas, relaciones públicas o áreas técnicas que orquestan la integración efectiva y alinean estructuras con la estrategia del nuevo entorno corporativo.

Además, no debemos pasar de largo los niveles intermedios y operativos. Cuando al menos el 7% de los empleados se sienten activos de una transformación, las fusiones tienen mayor probabilidad de éxito. Este mapeo del talento genera un análisis profundo de brechas y obliga a crear nuevos puestos desde cero.

La solución no puede posponerse: se requiere un talent win room, es decir, un equipo interdisciplinario que gestione contratación, desarrollo y asignación estratégica de personas.

Construcción de capacidades sobre la marcha

Tener a las personas adecuadas es la base, pero no basta si no se les capacita en las habilidades necesarias. Las compañías más exitosas invierten desde el inicio de la integración en programas de formación intensivos que incluyan tanto competencias funcionales como transformacionales.

Lejos de los talleres genéricos y las capacitaciones de cajón, los programas efectivos combinan aprendizaje en liderazgo, problem solving, análisis de datos y habilidades específicas del negocio. Las organizaciones que priorizan el learning early en la integración logran capturar y mantener el valor generado más rápidamente.

Cultura empresarial: el pegamento invisible que decide resultados

El choque cultural es uno de los principales riesgos de las fusiones. Sin gestión intencional, las diferencias en valores, sistemas de recompensa y hábitos operativos pueden erosionar los planes más ambiciosos.

Una integración cultural bien gestionada aumenta la probabilidad de lograr o exceder las sinergias previstas. Las compañías que lideran con la cultura empresarial al frente lo hacen midiendo indicadores de salud organizacional —talento, enfoque al cliente, disciplina interna— y capacitando agentes de cambio en el terreno.

Todo sea por una nueva identidad

No todas las fusiones o adquisiciones exigen una transformación a gran escala. Sin embargo, las que sí lo hacen requieren ciertas condiciones: un enfoque en la estrategia y la creación de valor, y un sólido motor de ejecución. La principal de ellas debe ser un enfoque estructurado para garantizar que la nueva entidad cuente con los roles, el personal, las capacidades y la cultura adecuados.

Los líderes y los equipos ejecutivos deben abordar el talento desde el principio, tan pronto como se inicie el proceso de diligencia debida, y priorizar este tema junto con los demás factores críticos. Aquellos líderes que consideren todos estos aspectos en las primeras etapas del proceso de integración pueden aumentar las probabilidades de éxito de la transformación.

El talento es el motor

Las fusiones transformacionales son oportunidades únicas para redefinir industrias, reconstruir capacidades y desbloquear crecimiento. Pero solo cuando se coloca a las personas en el centro —desde la identificación del talento crítico hasta la construcción de capacidades, la gestión cultural y una ejecución disciplinada— se convierte el esfuerzo en éxito tangible.

Abordar una integración con este enfoque contribuye a resultados más contundentes: mayores sinergias capturadas, crecimiento sostenido y robustez cultural y operativa, poniendo al capital humano como motor fundamental, no como pasajero. Este enfoque incrementa las probabilidades de éxito y redefine qué significa realmente transformar una empresa mediante M&A.

El autor es socio senior y líder de la práctica de desempeño organizacional y personas para Latinoamérica, McKinsey & Company.


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