Cada 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, inauguramos 16 días de activismo (25 noviembre-10 diciembre). No es para menos: cada año ONU Mujeres nos recuerda que una de cada tres mujeres del mundo sufre violencia sexual o física al menos una vez en sus vidas, y más de cinco mujeres o niñas son asesinadas cada hora por algún miembro de su familia.
Aquí, el Observatorio Panameño Contra la Violencia de Género informa que entre 2014 y 2019 ocurrieron 199 femicidios - 133 consumados y 66 clasificados como tentativos -, así como 102 muertes violentas de mujeres, no clasificadas como femicidio. La mayoría de las víctimas fueron mujeres de entre 18-29 años, y aun niñas menores de 17 años.
El femicidio se define como la muerte violenta de mujeres por razones de género. Fue tipificado en la Ley panameña apenas en 2013. En Panamá, la tendencia que se observa es el nivel de violencia escalado, perpetrado por la pareja de las víctimas en el 71% de los casos.
La violencia doméstica constituye un problema de salud pública, que incluye temas como el embarazo en adolescentes, la interrupción del embarazo de manera no segura y la violencia de género. El Dr. Abraham Salinas, experto en violencia doméstica de la Universidad de South Florida, identifica severas consecuencias en la salud de la población, tanto por las lesiones directas y mortalidad, como por su repercusión sobre la salud mental (depresión, ansiedad, estrés postraumático, adicciones, suicidio) y biológicas (enfermedades cardiovasculares, endocrinas, complicaciones en el embarazo, y otras). Esto genera un alto costo a los sistemas de salud y de justicia, y al desarrollo de la sociedad, y requiere un abordaje complejo bajo un enfoque de justicia social y derechos humanos.
No basta con trabajar con las víctimas de violencia. Además, debemos incluir a los victimarios en las intervenciones desarrolladas. Las medidas cautelares no bastan para prevenir la violencia doméstica: durante la crisis pandémica 70% de mujeres reportó un incremento de violencia en sus hogares, que generó la Pandemia en la Sombra. La violencia de género es un problema de todos que debe ser encarado por todos, para prevenirlo y colaborar con los servicios de salud en la atención que demanda.
La autora es salubrista, integrante de Ciencia en Panamá, Salud Latina USF y del Centro Harrell contra Violencia Doméstica

