La alta competividad que vive Panamá en la actualidad a consecuencia de la gran cantidad de profesionales capacitados, ha causado que los títulos de licenciatura ya no sean suficiente para conseguir un buen empleo; por lo que se exige aspirar a estudiar una maestría.
Según las últimas cifras proporcionadas por la Contraloría General de la República, en el año 2015 la población universitaria en Panamá estaba alrededor de los 156 mil 365 estudiantes, de este total, 102 mil 813 son estudiantes de centros universitarios oficiales y 53 mil 822 son de centros particulares.
En materia de maestrías y posgrados, la Universidad de Panamá (UP) mantenía alrededor de 3 mil 396 estudiantes. En la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) se mantenía un número de mil 94 estudiantes.
La Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) tenía unos mil 409 estudiantes. La Universidad Especializada de las américas (Udelas), aproximadamente mil 506 estudiantes. La Universidad Marítima Internacional (UMIT) mantenía 27 estudiantes; cifras que están en actualización con los datos de 2016.
Además de las universidades ya mencionadas, que ofrecen cursos de maestría y postgrado, las universidades particulares como la Universidad Latina de Panamá, Universidad Santa María La Antigua, Universidad Interamericana de Panamá, ISAE Universidad, Umecit, Columbus University, Universidad del Istmo, Quality Leadership University, entre otras.
Según el empresario Milton Chambonett, dueño de una firma de contadores, una empresa de diseño e impresión gráfica y otras empresas: las maestrías en Panamá más que estudiarse por un deseo de superación personal las están llevando a cabo para cumplir con un requisito intrínseco al ámbito laboral, ya que se necesita para aspirar a un crecimiento profesional dentro de cualquier organización y es una herramienta fundamental. “Esta es la razón por la cual la maestría es importante”.
Es destacable el fuerte aumento de la competencia laboral en los últimos cinco años a consecuencia de la mano de obra extranjera altamente capacitada. Este factor ha llevado a los panameños a ser más competitivos y a seguir capacitándose hasta alcanzar grandes logros y ventajas estudiando una maestría. Sin embargo, los extranjeros también están aprovechando las facilidades del sistema educativo superior panameño para realizar especializaciones universitarias, lo que debe motivar más a los panameños a aumentar su nivel de educación y sus habilidades para liderar el mercado salarial.
Además de los beneficios propios en el ámbito laboral, el estudio de una maestría tiene otros beneficios, entre los que podemos mencionar: se obtiene una perspectiva más global del mundo empresarial y laboral que se desarrolla en todas las naciones, se desarrollan capacidades para integrar conocimientos y habilidades en el diseño y dirección de estrategias de crecimiento personal.
El autor es estudiante universitario
