Los días 2 y 3 de octubre de 2025, en la ciudad de Panamá, se celebró la décima edición del Congreso del Instituto de Gobierno Corporativo de Panamá (IGCP), un evento que tuve el honor de presidir y al que di apertura con una frase del sudafricano Mervyn King: “El buen gobierno corporativo consiste en hacer lo correcto, incluso cuando nadie nos está observando”. King es uno de los grandes referentes mundiales en temas de gobernanza.
Este congreso reunió a más de 370 participantes nacionales e internacionales, entre ellos autoridades regulatorias, representantes de la banca y la bolsa, líderes empresariales, miembros de juntas directivas e independientes de diversos sectores. Durante dos intensas jornadas, todos convergieron bajo un mismo propósito.
Este año, bajo el lema “La Gobernanza de la Sostenibilidad e Innovación Tecnológica”, el congreso giró en torno a ejes transformadores: los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) y la tecnología, pilares fundamentales para garantizar la sostenibilidad y competitividad en las organizaciones.
En lo ambiental, se destacó que si no cuidamos los recursos de hoy, mañana no habrá materia prima ni condiciones para producir. En lo social, que invertir en las personas y las comunidades es la única vía para generar confianza y retener talento. En la gobernanza, que la transparencia y la responsabilidad protegen no solo a las empresas, sino también a familias, trabajadores y a la sociedad en su conjunto. Y en la tecnología, que impulsa a innovar, automatizar y tomar decisiones basadas en datos sin perder de vista la ética y la humanidad que deben guiar cada avance.
Uno de los aspectos más sobresalientes de esta edición fueron los expositores de primer nivel, provenientes de instituciones de gran relevancia mundial, como organismos multilaterales, entidades financieras, corporaciones internacionales y centros académicos de excelencia. Participaron representantes de la OCDE, la International Finance Corporation (IFC) del Grupo Banco Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Autoridad del Canal de Panamá y consultoras de prestigio como PwC y KPMG, entre otras.
Desde países como Suiza, España, México, Costa Rica, Colombia, Chile, Marruecos y Panamá, estos expertos compartieron no solo su conocimiento técnico, sino también su compromiso ético con la sostenibilidad, la transparencia y la innovación. Su presencia dio al congreso un carácter verdaderamente global, demostrando que el buen gobierno corporativo no tiene fronteras, sino principios universales que se fortalecen con el intercambio de experiencias y visiones diversas.
El evento también destacó por sus mesas de trabajo, un formato que permitió transformar la teoría en acción. Los asistentes aportaron soluciones concretas, demostrando que el gobierno corporativo se aprende haciendo, escuchando y construyendo colectivamente. Aún más significativo fue el involucramiento de jóvenes universitarios becados, gracias al apoyo de benefactores. Estudiantes de la Universidad Interamericana de Panamá, la Universidad de Panamá y la Universidad Tecnológica de Panamá participaron activamente, aportando ideas frescas, curiosas y valientes. Su presencia evidenció que la sostenibilidad y la buena gobernanza comienzan con la educación y la formación de nuevas generaciones con valores éticos y visión estratégica.
Hoy, al mirar hacia atrás, confirmo que esta décima edición fue más que un encuentro académico o empresarial: fue una experiencia de aprendizaje colectivo, un espacio donde el conocimiento se transmitió con excelencia y generosidad, y un punto de partida hacia un modelo de liderazgo más ético, tecnológico y sostenible.
El verdadero legado del congreso no estará en los discursos ni en las presentaciones, sino en cómo aplicamos lo aprendido para fortalecer nuestras instituciones y construir un Panamá más transparente, innovador y responsable. Porque, como nos recordó Mervyn King, “el buen gobierno corporativo consiste en hacer lo correcto, incluso cuando nadie nos está observando”, una frase profunda que subraya la importancia de la autorregulación.
Si te lo perdiste, te esperamos en 2026.
El autor es docente universitario.
