La Caja de Seguro Social (CSS) está en una situación indescriptible, producto de la negligencia manifiesta de gran parte de sus funcionarios, muchos de los cuales llegan a la institución con recomendaciones de diputados que, sabiendo de su situación, no les importa su presente, mucho menos su futuro. El hurto de miles de dosis de fentanilo es un misterio; no se sabe con exactitud cuántas han sido robadas; quiénes son los responsables directos. No se sabe nada sobre las investigaciones en curso y el secretismo abre paso a la especulación, algo que en nada favorece a la institución ni a su director general, quien parece olvidar que la CSS no pertenece al Gobierno, sino a los asegurados. Y en medio de este problema mayor, al que se suma la crisis financiera que pone en jaque a decenas de miles de pensionados y jubilados, esta administración insiste en hacer inversiones innecesarias, pero, además, en un momento inoportuno, pues evidentemente la Caja atraviesa su peor momento. Pero al director general solo le interesa gastar, sin importar las circunstancias. Con todo lo que está ocurriendo, ya debería haber renunciado al cargo, pues la negligencia está descontrolada y se necesita hacer algo pronto y, ciertamente, con otra persona al frente de la CSS.
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20 mar 2023 - 05:03 AM