El cinismo del diputado y presidente del PRD, Benicio Robinson, es inmensurable. Decir que ellos –el PRD– sí saben hacer golpes de Estado es un insulto a la democracia, esa que nos costó dolor y muerte y que le ha permitido a él ser diputado durante más treinta años. Pero su ignorancia es supina, pues no es el PRD el que sabe hacer golpes, sino los militares, que luego crearon un partido servil a la bota y al rango militar. Desde entonces, sus líderes más impresentables no hacen otra cosa que aprovecharse de cada rendija de la democracia para colar su intolerable incompetencia y su peor maleantería, alcanzada, incluso, por el narcotráfico. Robinson es un oportunista, cuya familia parece no encontrar otro trabajo que en el gobierno, con el propósito de seguir su ejemplo y pasos, hundidos en el fango de actuaciones y discursos deleznables. Habla de golpes de Estado porque su futuro político pende de un hilo. Escondido durante las protestas de octubre y noviembre, reaparece ahora, rebosante de soberbia, para mostrarnos, una vez más, el cobre del que está hecho. Y ahora, frente a un reinado a punto de desaparecer, su única salida es revelarnos de lo que es capaz para mantener el poder.
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Hoy por Hoy
30 dic 2023 - 05:00 AM