“No se necesita un problema más en el Meduca”, dijo el presidente José Raúl Mulino. Pero el problema parece ser la ministra. La frase, pronunciada al suspender una licitación de $57.6 millones para almuerzos escolares, revela más de lo que parece: una crítica implícita a una gestión marcada por la opacidad, el desorden y la falta de respuestas claras.
En medio de una huelga docente que podría impedir la culminación del año escolar, la ministra de Educación no ha sido capaz de ofrecer cifras confiables ni actualizadas. El propio presidente dijo que se le informó que solo el 30% de las escuelas están cerradas. Pero el Meduca no ha publicado un reporte detallado, escuela por escuela, región por región.
En una crisis de esta magnitud, la ausencia de información demuestra la fragilidad institucional. Con casi $5,000 millones de presupuesto para 2025, lo mínimo exigible es responsabilidad y transparencia. Lo que no se necesita es más silencio. Se necesita liderazgo.
