Queridos lectores. Como panameño orgulloso, quiero presentarles un concepto importante: fortalecer la idea del Hecho en Panamá e integrar en ella el concepto de empresas de alta tecnología. Panamá es un país hermoso y diverso, con abundantes recursos naturales y una ubicación única. Sin embargo, nuestro desarrollo económico depende en gran medida de los bienes importados, lo que nos enfrenta a diversos desafíos. Creo que, al fortalecer la mentalidad manufacturera panameña y construir empresas de vanguardia, podemos lograr prosperidad económica y liderar la innovación.
Primero, echemos un vistazo a la situación actual en Panamá. Nuestra economía se basa principalmente en el turismo, los servicios financieros y los ingresos del Canal. Aunque estas industrias han traído cierto crecimiento, todavía enfrentamos la alta dependencia de los bienes importados, lo que no solo vulnera nuestra economía ante las fluctuaciones de los mercados internacionales, sino que también limita nuestra capacidad de innovar y crecer. Necesitamos urgentemente cambiar nuestra forma de pensar, pasando de importar a fabricar localmente e integrando el concepto de empresas de alta tecnología.
Entonces, ¿por qué deberíamos fortalecer la filosofía manufacturera panameña? Primero, las empresas de alta tecnología impulsarán la innovación y el crecimiento económico. Al introducir tecnología avanzada y conocimientos especializados, podremos cultivar más científicos, ingenieros y talentos innovadores, promoviendo el desarrollo tecnológico e inyectando un nuevo impulso a la economía. Además, estas empresas mejorarán nuestra competitividad internacional. Al fabricar productos y servicios de alta calidad y alto valor agregado, podremos conquistar más participación en el mercado global y obtener mayor reputación y beneficios para Panamá.
¿Cómo implementaremos la idea del “Hecho en Panamá” y construiremos empresas de alta precisión? Necesitamos aumentar la inversión en manufactura local e innovación tecnológica. El gobierno debe formular políticas que promuevan el desarrollo de empresas de alta tecnología. Estas políticas pueden incluir incentivos fiscales, simplificación de procedimientos administrativos y fomento de la investigación y el desarrollo para atraer más inversiones y talento. Al mismo tiempo, debemos fortalecer el sistema educativo, formando más científicos e ingenieros y proporcionando el capital humano necesario para estas empresas. También es crucial establecer relaciones de cooperación con socios internacionales para introducir tecnología avanzada y mejorar nuestras capacidades de fabricación e innovación.
Al fortalecer la mentalidad manufacturera panameña y construir empresas sofisticadas, obtendremos numerosos beneficios. Lograremos la prosperidad económica y el desarrollo sostenible, generando más oportunidades de empleo y mejorando el nivel de vida de nuestra población. Asimismo, aumentaremos nuestra competitividad internacional, al ganar participación en el mercado global y obtener más reconocimiento y beneficios.
Estimados lectores, fortalecer el pensamiento manufacturero panameño y construir empresas de alta tecnología es clave para nuestra prosperidad económica y para liderar la innovación. Unámonos y trabajemos juntos por el futuro de Panamá. ¡Mostremos con orgullo nuestras capacidades de fabricación e innovación tecnológica, y demostremos la fuerza y el espíritu innovador de Panamá al mundo!
El autor es estudiante universitario.

