El sistema de salud panameño enfrenta desafíos significativos, entre ellos la fragmentación de la información médica, la falta de continuidad en la atención al paciente, el manejo ineficiente y la inaccesibilidad a los servicios de salud. Estas problemáticas se traducen en diagnósticos tardíos, escasa trazabilidad en el tratamiento de las afecciones y un aumento en los costos de atención médica. Ante esta realidad, el avance inminente en la digitalización de servicios, producto de la innovación tecnológica, se presenta como una alternativa viable y necesaria para enfrentar estas dificultades.
Actualmente, Estonia cuenta con un sistema de salud electrónico en el que cada ciudadano dispone de un expediente médico digital accesible tanto para los profesionales de la salud como para el propio paciente. Este sistema garantiza diagnósticos más precisos, ya que permite al médico acceder de forma expedita a todo el historial clínico del usuario.
De forma semejante, Dinamarca es considerado un país pionero en el campo de la telemedicina, gracias a la implementación de un proyecto informatizado para el monitoreo de pacientes con obstrucción pulmonar crónica (COPD, por sus siglas en inglés), denominado TeleCare North Project. Este programa permite que el paciente registre parámetros fisiológicos, como la presión arterial, desde la comodidad de su hogar. Dichos datos son monitoreados de manera constante y proactiva por profesionales de la salud. En caso de que se detecte un deterioro en la condición del paciente, el sistema puede responder oportunamente para garantizar la atención adecuada.
Estas experiencias internacionales evidencian que la digitalización no solo optimiza los servicios médicos, sino que también empodera al paciente al brindarle control sobre su información sanitaria. Se ha demostrado que la adopción de nuevas tecnologías puede contribuir significativamente a superar los retos constantes que enfrenta el sector salud en Panamá. En ese sentido, el proyecto TeleCare North reportó una mejora significativa del 61.7% en el control de la afección y, consecuentemente, en la calidad de vida de los pacientes, según datos de Interreg Europe.
Así pues, el proceso de digitalización del sistema de salud representa un gran reto para nuestro país, especialmente porque requiere una fuerte voluntad y compromiso, no solo por parte de quienes brindan los servicios de salud (médicos, enfermeras, ingenieros biomédicos, entre otros), sino también de la ciudadanía en general. No obstante, con el respaldo de estrategias y políticas públicas bien estructuradas, junto con un proceso de regulación adecuado, es posible lograr mejoras tangibles en la transformación del sistema sanitario panameño hacia uno más accesible, efectivo y digitalizado.
La autora es estudiante de Ingeniería Biomédica.
