El internado médico no es una profesión, es un paso para culminar y/o ejercer una profesión, como lo es la preparación en medicina y cirugía, en las aulas y hospitales universitarios. Pero el internado médico se realiza en las salas y clínicas hospitalarias. Su definición, propósito, programación y articulación en la enseñanza y práctica de la medicina y cirugía —así como su lugar en el desarrollo de la carrera— no pueden dejarse a la arbitrariedad ni al acomodo de una muerte anunciada.
En algunos sistemas higiénicos, el médico interno es un graduado; en otros, es un estudiante de medicina y cirugía por graduarse, que practica medicina durante un año bajo la estrecha supervisión de un médico licenciado, para lograr —él o ella— la licenciatura, idoneidad y reconocimiento por parte del Estado o del país, de tales estudios, preparación y habilidades que garantizan y permiten el ejercicio de la profesión médica.
El internado médico educa nuevas responsabilidades, porque ha llegado el momento para el estudiante graduado o por graduarse de ejercer como médico: trabajar directamente con el paciente y con el médico licenciado, cuyas experiencias y vivencias enriquecen los conocimientos del médico interno. Esto lo hace el interno al lado de la cama del paciente, en la clínica de especialidades o en el manejo de urgencias, donde se entrena in vivo en procedimientos: desde tomar el pulso y la presión arterial, introducir catéteres en venas y arterias, colocar tubos en la tráquea del asfixiado, extraer sangre y realizar laboratorios básicos, inmovilizar fracturas y colocar yesos, resucitar paros cardiorrespiratorios, hasta ser ayudante del cirujano en diferentes procedimientos quirúrgicos. Igualmente, asiste a conferencias y participa como expositor, presenta casos clínicos para discusión en grupo y recibe formación en investigación clínica. En resumen, el médico interno debe aprender cada día y cada noche que trabaja de turno o fuera de él, preparándose para adquirir competencia académica, empatía y ética en la práctica profesional, y no solo carpintería.
¿Qué no es el internado médico? El internado médico no es un año de servicio asalariado para “sacar trabajo”, para “hacer el trabajo sucio”, para ser “el escribiente y peón” del médico licenciado, o del residente de una especialidad.
La carrera de Medicina suele tener una duración de entre cuatro y cinco años, precedida por dos años de premedicina, una especie de escuela de artes liberales con materias de biología humana y comparada, estadística (usualmente orientada a la medicina), literatura, historia y artes. Ellas constituyen períodos de formación y pueden hacerse en escuelas diferentes, aunque lo regular es que se realicen en la misma escuela de Medicina.
Aclarada la definición del internado médico, es necesario tener claro que el título profesional de médico y cirujano o de médico, es potestad única de la escuela de Medicina. El Estado, la república, el país o el Ministerio de Salud no tienen facultad para otorgar el título profesional. Sin embargo, sí tienen la potestad de reconocerlo (idoneidad) o no reconocerlo, suspenderlo o retirarlo.
Cuando el Estado obliga a que se cumpla con un año de internado para reconocer el título profesional y permitir el ejercicio de la profesión en el territorio nacional, entonces tiene la obligación de darle idoneidad a los hospitales y clínicas donde se ofrecen los puestos de internados médicos, y esto implica que, esos hospitales y clínicas tienen médicos licenciados para la vigilancia y supervisión de médicos por licenciarse. A pesar de lo lógico, pareciera que no es sencillo cumplirlo, mucho menos, sin recursos físicos, materiales y humanos dedicados a esta obligación con la salud de la gente.
La responsabilidad de hacer cumplir este requisito indispensable y sagrado es del Estado, es del Ministerio de Salud y de nadie más, tanto en el sector público de la atención de salud, como en el sector privado. De considerarlo imposible de cumplir, el Estado o el Ministerio de Salud tienen que renunciar a todas las obligaciones que exigen a los médicos graduados para el otorgamiento de la idoneidad médica: el reconocimiento de la profesión y de las escuelas de medicina, el reconocimiento de los conocimientos, las habilidades y las conductas de los médicos.
El autor es médico.

