En 1946, ya finalizada la Segunda Guerra Mundial, George Kennan, un analista del Servicio Exterior de Estados Unidos, redactó el famoso Long Telegram (telegrama largo porque consistía de 5,000 palabras) que trataba en la forma de lidiar con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas al principio de la Guerra Fría. En el escrito, este hacía un recuento de la historia rusa y destacaba su marxismo-leninismo. A todo esto le siguió un escrito titulado Sources of the Soviet Conduct (Fuentes de la Conducta Soviética), publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y firmado con la letra X para mantener su anonimato. Básicamente insistiendo en las ideas de su largo telegrama, Kennan, para mantener a raya la influencia y conducta agresiva de los soviéticos, proponía la estrategia de contención. Insistía que esta debería ser una “paciente, firme y vigilante contención” hacia el imperio ruso. O sea, aplicar una contra fuerza para contrarrestar el expansionismo soviético.
Donde fuera la Unión Soviética, había que contenerlos mientras el Partido Comunista se mantuviera en el poder. Impresionado por su filosofía , el presidente de Estados Unidos en ese entonces, Harry Truman, la adoptó como la Doctrina Truman. Henry Kissinger la tituló como “la doctrina diplomática de la era”. Kennan describía a los soviéticos como inseguros, con un instintivo complejo de inferioridad y agresión. Según él, los rusos mantenían dos estrategias: la oficial diplomática y la otra oculta. En cuanto a política exterior, la visión era pesimista y algo paranoica. Con respecto a las democracias capitalistas, la táctica a seguir era fomentar el descontento social y económico, y alentar la desunión entre los países de occidente. Los soviéticos siempre usaban la excusa de “enemigos externos”. Todos sabemos que, a la larga, el sistema soviético implosionaría víctima de las contradicciones de su economía y la enquistada corrupción de sus líderes.
En el periodo de 1989-1990 cayó finalmente el Muro de Berlín. La pregunta obligada es: ¿cuánto ayudó a todo esto la estrategia de contención?
Fareed Zakaria, un conocido analista político, decía que si se pudo mantener al margen al imperio soviético, sin provocación, la estrategia se podía trasladar a Irán. Steven Cook escribió un artículo titulado La única estrategia con Irán es la contención. Sostiene que en las últimas décadas, con unas medidas de incentivos y coerción, estas han salvado muchas vidas norteamericanas y logrado rebajar los gastos de defensa con la presencia de bases militares en el área.
En el conflicto israelí-iraní, hay que tomar en cuenta otros factores. La visión geopolítica de los ayatolas es agresiva y pesimista. Y aspiran a imponer su sistema teocrático, solo al principio, en todos los países de la región. Como los rusos, los iraníes, se sienten inseguros y rodeados de potenciales enemigos. Y falta un ingrediente muy importante para lograr un posible arreglo diplomático con Estados Unidos y occidente: una cantidad mínima de confianza mutua. Según el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, un modus vivendi pacífico con Irán es casi imposible porque está liderizada por fanáticos. Además, no hay que olvidar sus “proxys” (sustitutos) como Hamás, en Gaza, Hizbulá en el sur del Líbano, los hutíes en Yemen, etc…
Hay que recordar que Irán no solo se convierte en una amenaza para Israel. Sus aspiraciones son maximalistas y globales. Como se confronte, esto determinará una nueva historia en el Oriente Medio.
El autor es internacionalista.
