Exclusivo Suscriptores

Kamala Harris, Donald Trump y la polarización

La situación política en Estados Unidos está tremendamente polarizada. Esta polarización resulta en que las políticas y planes de gobierno van a ser diametralmente diferentes según el partido que gane. Esto se debe a que los políticos actuales prestan mucha más atención a los puntos de vista de los adherentes de su partido, que a los intereses y prioridades reales. Igualmente, por esta división no se ponen de acuerdo al momento de buscar soluciones a los problemas más apremiantes. Más que en ningún otro momento de la historia, un porcentaje muy alto de los políticos republicanos se identifican con los valores más conservadores o de derecha extrema y una gran cantidad de demócratas se consideran a sí mismos liberales. Esto en detrimento del número de líderes moderados o centristas en ambos partidos. De forma análoga, el 74% de público general republicano se considera conservador y 69% de los miembros del partido demócrata se alinean con los valores liberales.

La polarización es evidente en muchos temas. Por ejemplo, el 88% de los demócratas opina que el gobierno federal debe garantizar que todos los habitantes tengan algún tipo de seguro médico. Por su parte sólo el 40% de los republicanos opina de esta forma. Y un 83% de los republicanos aboga por un sistema privado de salud mientras que el 72% de los demócratas apoya un sistema público de salud. En cuanto al control de las armas de fuego, el 86% de los demócratas está en favor de leyes más estrictas, mientras que la mayoría de los republicanos no está de acuerdo con esta premisa. El tema se vuelve casi surreal cuando las encuestas revelan que un 70% de los republicanos están de acuerdo con armar a las maestras y maestros en las escuelas como una manera eficaz de prevenir los tiroteos y masacres escolares. Un 85% de los demócratas está a favor de la prohibición de las armas semiautomáticas mientras que sólo un 35% de los republicanos favorece esta medida.

La confianza en las autoridades de salud y los científicos es también marcadamente diferente entre republicanos y demócratas. Por ejemplo, uno de cada tres republicanos no tiene confianza en que las autoridades de salud actúan en el mejor interés del público, esta proporción es mucho menor entre los demócratas. Entre un 70 a 80% de los demócratas considera que instituciones como el CDC, la FDA y el NIH realizan un buen trabajo mientras que, por el contrario, algo más del 50% de los republicanos considera que estas instituciones están haciendo un trabajo pobre o muy malo. Es como si vivieran en países diferentes.

En general los demócratas están a favor de aumentar la inversión pública en salud mientras que los republicanos desean reducirla; con la única excepción de la inversión en el seguro Medicare y el apoyo a los programas de veteranos de guerra que miembros ambos partidos están de acuerdo en aumentar.

Una mala noticia para América Latina es que los republicanos abogan por una reducción en la contribución a los programas de Salud Global en otros países y los demócratas apoyan el mantener el mismo nivel de inversión, pero ninguno de los dos grupos está de acuerdo con aumentar estos programas fuera de Estados Unidos.

Según múltiples encuestas realizadas en los últimos meses, la mayoría de los encuestados tienen una visión pesimista acerca del futuro inmediato. Y en parte por ello, tres cuarta parte de los encuestados opinan que van a votar por el candidato o partido que a su parecer va a producir el mejor efecto en la economía. Esto es quizás lo que explica en parte, cómo es posible que, a pesar de las falencias y desquicios del candidato republicano, las encuestas de preferencia arrojan una contienda casi completamente igualada. El apoyo al expresidente Trump es en parte fanatismo o idolatría, en parte la creencia de que el sería mejor para la economía, en parte conveniencia política y en parte aversión ideológica contra los principios liberales.

Además de la economía, otros temas importantes para el electorado según las encuestas son el aborto y el problema de la inmigración ilegal. En el aborto los demócratas parecen tener una ventaja pues las posturas más radicales contra el aborto no son apoyadas por la mayoría del pueblo norteamericano. Los temas como la inmigración, la xenofobia y hasta la añoranza de un pasado utópico son muy bien explotados por los republicanos, quiénes en mi opinión utilizan el miedo para atraer adeptos a sus principios conservadores.

Por otro lado, el panorama internacional no está nada fácil gane quién gane. Los problemas casi irresolubles en el Medio Oriente, la guerra en Ucrania y todas las crisis venideras que ni siquiera podemos predecir, van a requerir un liderazgo efectivo por parte de Estados Unidos. Con la polarización extrema del país y la división del congreso, ni aun ganando Kamala Harris, las cosas van a ser color de rosa. Y todo esto asumiendo que Trump acepte el resultado y no se forme otro, como se dice en Panamá, trepa que sube.

El autor es médico.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Del poder a los tribunales: los casos que cercan a altos funcionarios del gobierno de Cortizo. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • CSS anuncia pago de pensiones y bonos especiales a jubilados el 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más