Exclusivo Suscriptores

La autonomía universitaria, un patrimonio de la sociedad

La historia de la autonomía universitaria en Panamá tiene su origen inusual. En mayo de 1943, el Dr. Felipe Juan Escobar, catedrático de la Universidad de Panamá, se encontraba en la Avenida Central, cuando pasó el presidente de la República, Ricardo de la Guardia. Al no recibir el saludo del Dr. Escobar, el mandatario decidió expulsar le de la Universidad. Este hecho provocó una huelga universitaria a la que se unieron otros sectores sociales. Finalmente, se acordó reconocer el principio de autonomía universitaria, el cual fue consignado en la Constitución de 1946.

El concepto de Autonomía Universitaria, establecido en la Constitución de 1946, fue concebido con el fin de asegurar a la Universidad de Panamá personería jurídica, con facultad para nombrar su personal docente y administrativo, dictar su reglamento y sus programas de estudio, contar con su propio patrimonio, garantizar la inviolabilidad del recinto universitario, proteger la libertad de cátedra de sus profesores y mantenerla al margen de los vaivenes de la política.

En 1947, el gobierno intentó imponer el convenio Filós-Hines, que pretendía mantener 132 sitios de defensa militar estadounidense, en contradicción con lo establecido en el convenio Wilson-Fábrega de 1942. Jóvenes universitarios y estudiantes de secundaria alzaron su voz de protesta. Durante esos días se intentó violentar la autonomía universitaria para sofocar la movilización estudiantil y popular. Gracias a la presión de la población, el 22 de diciemre de ese año, la Asamblea Nacional rechazó el documento.

En 1958, un grupo de estudiantes marchó hasta la Presidencia de la República por mejoras en la educación, donde se niegan a recibirlos. Al día siguiente, los estudiantes fueron reprimidos y muere el joven José Manuel Araúz. En busca del amparo que ofrecía la autonomía universitaria, fueron trasladados al campus de la Universidad de Panamá. La mediación dio lugar a un acuerdo conocido como el “Pacto de la Colina”. Entre otros puntos, se acordó que los comandantes de la Guardia Nacional serían nombrados y removidos por el presidente de la República.

El 2 de mayo de 1958 se llevó a cabo la Operación Soberanía”, liderada por los estudiantes universitarios Carlos Arellano Lennox y Ricardo Ríos Torres. Consistió en la colocación de 75 banderas panameñas en el área de Balboa, acto que constituyó un antecedente importante en las futuras luchas por la soberanía.

El 3 de noviembre de 1959, por iniciativa del diputado Aquilino Boyd, el profesor universitario Ernesto Castillero Pimentel y un grupo de estudiantes realizaron la “Siembra de Banderas”. Los manifestantes fueron reprimidos por bomberos, policías y miembros de las fuerzas armadas estadounidenses. La bandera panameña fue vejada por policías norteamericanos y alrededor de 40 manifestantes resultaron heridos, algunos por balas y bayonetas.

Durante los hechos patrióticos de enero de 1964, los universitarios participaron desde el primer día en los heroicos sucesos. El Consejo General Universitario, reunido el 10 de enero, aprobó por unanimidad una resolución que entre otros puntos demandaba la nacionalización del Canal y el establecimiento de relaciones diplomáticas con todos los países.

Tras tres años de negociaciones, en junio de 1967, los representantes de Panamá y EUA suscribieron un acuerdo conocido como “Tratado Tres en Uno”, que contemplaba, entre otros puntos, la construcción de un canal a nivel del mar mediante excavación nuclear. El rechazo por parte de los universitarios y diversos gremios logró que, en diciembre de ese año, la Asamblea Nacional decidiera no ratificar el tratado.

El 11 de octubre de 1968 se produjo un golpe de Estado. La Universidad de Panamá, como firme defensor de la democracia, manifestó su repudio a la ruptura del orden constitucional. Esto provocó una fuerte represión y el cierre de la institución por ocho meses.

En 1971, durante el gobierno militar, se impulsaron reformas constitucionales a través de varias comisiones (1971, 1972, 1978 y 1983), las cuales conservaron el principio de autonomía de la Universidad de Panamá. También fue respetado en la reforma constitucional de 2004. Entre 1987 y 1989 se desarrolló un masivo movimiento contra el régimen militar denominado “Cruzada Civilista”. Gracias a su autonomía, la Universidad de Panamá se convirtió en un refugio para quienes luchaban por la democracia.

En 2016, el diario más antiguo del país, La Estrella de Panamá fue incluido en la llamada Lista Clinton por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos. Las autoridades de la Universidad de Panamá no tardaron en manifestar su solidaridad con ese medio.

En 2017, los universitarios protestaron contra el Decreto Ejecutivo 130, que pretendía modificar el valor catastral de las viviendas. Paralelamente, la Universidad organizó foros de discusión sobre el tema y emitió una resolución solicitando su derogación. Finalmente, el presidente accedió a dicha solicitud. En 2018, la Universidad volvió a alzar su voz contra el alza de la tarifa eléctrica. Tras varias semanas de movilización, el gobierno optó por buscar alternativas que evitaran trasladar el aumento a los consumidores.

En noviembre de 2023, los universitarios marchamos de forma histórica para exigir la declaración de inconstitucionalidad del contrato de explotación minera suscrito con la filial canadiense First Quantum Minerals.

En 2024, en cumplimiento de su papel como conciencia crítica y propositiva de la nación, la Universidad presentó ante la Asamblea Nacional un estudio actuarial que demostraba por qué no era necesario aumentar la edad de jubilación y por qué era vital volver al modelo solidario.

Este año, tras evaluar el contenido y las repercusiones del Memorando de Entendimiento entre Panamá y EUA, los universitarios lo consideramos lesivo a la dignidad y a la soberanía nacional.

Por ello, solicitamos a la Corte Suprema que lo declare ilegal por violar el Tratado de Neutralidad y que, en su defecto, debe ser sometido al escrutinio y discusión de la Asamblea Nacional.

Estos hechos ilustran las luchas más profundas por la soberanía, en las cuales la Universidad de Panamá ha estado presente de forma determinante. Por ello, la simbiosis entre la nacionalidad panameña y la autonomía universitaria se encuentra indisolublemente unidas. La autonomía universitaria es faro en la tormenta, voz de los silenciados, atalaya firme del pueblo panameño y guardiana incansable de los más altos intereses de la patria.

El autor es rector de la Universidad de Panamá.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Ministerio Público investiga presunta corrupción en el otorgamiento de trabajo comunitario a La Parce. Leer más
  • Detienen a sujetos vinculados al Tren de Aragua y desactivan minas. Leer más
  • Días feriados y fiestas nacionales en Panamá 2026: Calendario detallado. Leer más
  • Jueza imputa cargos y ordena detención domiciliaria a empresario por presunto peculado en perjuicio de Conades. Leer más
  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Venta de los puertos de CK Hutchison a BlackRock, incluyendo dos en Panamá, entraría en punto muerto, según WSJ. Leer más
  • Grupo Cibest acuerda vender Banistmo en Panamá a Inversiones Cuscatlán. Leer más