En el mundo actual, marcado por su constante cambio y complejidad, la información se ha convertido en uno de los activos más valiosos para cualquier país. Esta no solo es crucial para la toma de decisiones estratégicas a nivel gubernamental, sino que también es un factor determinante para atraer inversiones y promover un crecimiento económico sostenible. Por lo tanto, tener acceso a datos exactos y completos se ha vuelto una necesidad apremiante que beneficia tanto a entidades públicas como privadas.
Para los gobiernos, la capacidad de implementar políticas fiscales eficaces y equitativas depende en gran medida de la calidad de la información disponible sobre la economía nacional, su estructura productiva y el comportamiento tributario de los contribuyentes. Sin datos confiables que reflejen fielmente la realidad económica y social, resulta complicado identificar qué sectores requieren mayor respaldo o cuáles son los más productivos en términos de recaudación. La falta de información adecuada puede llevar a tomar decisiones equivocadas, como imponer impuestos que desalienten las inversiones o asignar recursos públicos en áreas que no generan el impacto deseado.
A nivel internacional, donde la competencia por atraer inversiones es intensa, los países deben ofrecer una visión clara y confiable a los inversores. Para lograrlo, resulta crucial llevar a cabo un exhaustivo análisis de datos sectoriales, geográficos y de mercado. La ausencia de esta información puede llevar a la incapacidad de diseñar estrategias de inversión alineadas con las realidades y oportunidades del entorno económico. Es fundamental comprender las tendencias, fortalezas y debilidades de cada sector para poder establecer mecanismos que fomenten la llegada de inversiones y regulaciones que verdaderamente impulsen la entrada de capital.
Adicionalmente, el diseño de políticas que estimulen la inversión debe basarse en un análisis detallado de datos que permita identificar áreas con potencial para crecer y desarrollarse. Por ejemplo, si un país busca promover inversiones en tecnología y sostenibilidad, es esencial contar con información precisa sobre la infraestructura actual, el talento humano disponible y las capacidades del mercado local. Esta información no solo contribuirá a posicionar al país como un destino atractivo para inversores tanto locales como extranjeros, sino que también fomentará el espíritu emprendedor y el surgimiento de nuevas empresas que generen empleo y bienestar social.
La transparencia y accesibilidad de la información son pilares fundamentales. La colaboración entre el sector público y privado en la recolección y análisis de datos resulta vital para crear un entorno donde todos los actores puedan verse beneficiados. Por ejemplo, la incorporación de plataformas de datos abiertos tendría el potencial de permitir a empresas, investigadores y ciudadanos contribuir al análisis económico y al diseño de políticas más efectivas y adaptadas a la realidad.
En resumen, la recopilación y el examen minucioso de datos son fundamentales para sentar las bases del futuro económico y social de un país. Un enfoque respaldado por pruebas permite que los gobiernos tomen decisiones fundamentadas sobre políticas fiscales y estrategias de inversión, mientras que el sector privado puede maximizar su impacto y rentabilidad.
En un mundo donde los recursos son escasos y la competencia es feroz, disponer de información precisa es crucial para un desarrollo sostenible y equitativo. La colaboración entre diversos sectores y la inversión en sistemas de información sólidos deben ser prioridades en la agenda nacional, ya que se traducirán en beneficios tangibles para toda la sociedad.
Panamá ha lanzado una campaña para mantener las inversiones existentes y atraer nuevas inversiones; por ello es fundamental recopilar datos, tanto públicos como privados, que ayuden al Gobierno y al Sector Privado a dirigir los recursos hacia áreas donde el país sea verdaderamente competitivo. De esta manera, se fomentará la llegada de capital que puede contribuir a mejorar el empleo y aumentar la recaudación de impuestos directos e indirectos. Si se gestiona adecuadamente, esto puede impulsar la economía y beneficiar a todos los habitantes del país en última instancia.
El autor es consultor tributario y country managing partner de EY.

