En medio de la creciente competencia entre Estados Unidos y China por el liderazgo económico global, Panamá se encuentra frente a una coyuntura estratégica que no debe pasar desapercibida. Con su reconocida posición geográfica y su rol consolidado como hub logístico en la región, Panamá tiene ante sí una gran oportunidad para fortalecer su economía y atraer inversiones clave.
El sector logístico panameño representa actualmente más del 11 % del producto interno bruto, con ingresos anuales que superan los 8 mil millones de dólares, según datos de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. Además, cuenta con la Zona Libre de Colón, considerada la segunda más grande del mundo, la cual es un eje fundamental para el comercio entre Asia y América Latina.
La reconfiguración de las cadenas de suministro globales, impulsada por tensiones comerciales y nuevas políticas arancelarias de Estados Unidos, llevará a muchas más empresas a acercar sus operaciones a los mercados de consumo. Panamá, con su conectividad aérea y marítima, estabilidad política y capacidad para ofrecer servicios de valor agregado (como ensamblaje, empaques o etiquetado), se presenta como una alternativa eficaz y competitiva.
Panamá también avanza hacia la creación de un hub logístico para la industria de semiconductores. El gobierno ha diseñado una estrategia que incluye infraestructura especializada, parques tecnológicos y programas de capacitación de talento humano, buscando captar inversiones en diseño, empaquetado y distribución de chips.
Además, Panamá cuenta con tratados para evitar la doble tributación con economías clave como Estados Unidos, España, Reino Unido y otros países. Estos acuerdos reducen la carga fiscal para las empresas, lo que convierte al país en una opción atractiva para establecer sedes regionales y plataformas de comercio internacional.
La rivalidad entre estas potencias puede generar incertidumbre para muchos, pero para Panamá representa una posibilidad concreta de incrementar su relevancia en el comercio global. Aprovecharla dependerá de nuestra capacidad para actuar con visión y eficacia.
Frente a este nuevo contexto internacional, Panamá debe actuar con inteligencia, coherencia y determinación. Es fundamental que nuestras misiones diplomáticas, gremios empresariales y organismos del Estado promuevan activamente las ventajas que ofrece el país: ubicación estratégica, régimen fiscal competitivo y una infraestructura consolidada.
El autor es presidente de la Comisión de Libre Empresa y Comercio Exterior de la Apede.
