Paso a explicar sucintamente la razón de la crisis de pensiones del Programa de Invalidez, Vejez y Muerte, (IVM) de la Caja del Seguro Social (CSS), las medidas que debemos tomar y las consecuencias de no hacerlo.
La causa principal del déficit es que lo que aportamos con nuestra cuota al IVM durante nuestra vida productiva solo cubre la pensión por 10 o 12 años, mientras que en promedio, los hombres vivimos unos 21 años más después de pensionarnos, mientras que las mujeres viven 26 años más. Esto significa que cada panameño al pensionarse en el sistema actual, le está robando al sistema. Un sistema que somos nosotros mismos.
Mientras el promedio de vida tras la jubilación fue de 10 o 12 años -las décadas de los 40, 50 y 60 del siglo pasado- el sistema existente lo podía cubrir. Hace rato que no
Han existido otras causas que, en su conjunto, no representan más que el 5% del déficit existente:
1- El traslado de la segunda partida del XIII mes al trabajador, que se aplicó a partir de 1982. Dicha partida financiaba las jubilaciones adelantadas que fueron creadas cuando se realizó la reforma de la Ley Orgánica de la CSS en 1975. Al eliminarse el financiamiento, 1982, manteniendo el beneficio, se causó un perjuicio de dos mil millones de balboas, según calculan los financistas y economistas. Esta fue la razón principal que provocó la reforma impulsada por el presidente Guillermo Endara en 1993, y que eliminó las jubilaciones anticipadas.
2- La morosidad de empresarios inescrupulosos, con la complicidad y negligencia de funcionarios de la CSS -de todos los niveles-, quienes hubiesen podido evitar dicha situación. Se calcula que la evasión acumulada ha sido de $250 millones.
Es justo también señalar que existe lo que yo llamaría una falsa morosidad, que es la que sucede cuando una persona cierra su negocio y no lo reporta a la CSS, por lo que se sigue generando un cobro no real. Aquí igualmente, los funcionarios de la CSS tienen un grado de responsabilidad, por no dar seguimiento a esas situaciones.
3- El fraude de la década de 1980 sobre el proyecto de vivienda, que tuvo una afectación de unos $65 millones.
4- Otra razón ha sido el bajo o nulo rendimiento de los activos de la CSS. Se trata de otra irresponsabilidad de los que han dirigido la Caja, mostrando ineficiencia y negligencia.
5- El incumplimiento del artículo 156 de la Ley 51, que obligaba a la Junta Directiva a tomar las medidas necesarias, cuando las reservas contables y egresos anuales de IVM fueran menores al 2.25.
Todo esto nos debe llevar a tomar una serie de medidas como las siguientes:
1. Tenemos que realizar medidas paramétricas en los tres aspectos: tiempo de cotización, edad de pensionarse y cuota dirigida a IVM. Indudablemente que tendrá que haber una fase de transición, como por ejemplo que a las personas que le falten dos años para jubilarse no deben ser afectados con los cambios, mientras se aplicarían de forma gradual hasta aquellos a los que les falte 12 años para la jubilación. Si los gobiernos de Ricardo Martinelli, Juan Carlos Varela, así como el período de tres años ya transcurridos de esta administración hubieran actuado de manera responsable y honesta ante el pueblo panameño, la transición hubiera sido imperceptible.
2. Realizar una reingeniería y adecentamiento administrativo de la CSS, incluyendo la revisión de la planilla, establecimiento de la Carrera Administrativa basada en concurso y responsabilidad. Es preciso establecer los tiempos de los procesos y premiar al funcionario que los supere, con sanciones a quienes no los cumplan. Se trata de la única vía para que las ineficiencias señaladas, como la falta de control en el pago de las cuotas o la no ejecución de políticas de inversión de los activos de la Caja, así como otros procesos o gestiones se cumplan. Esto debe ser prioritario, no solo para tener una institución modelo, sino para que se tenga la moral requerida para poder hacer los cambios que se necesitan.
3. El Estado tendrá que dar mayores aportes, pero estos no debe impedir que tengan los recursos necesarios para cumplir con las responsabilidad social y desarrollo del país, para el beneficio de todos los ciudadanos.
Este es el camino a seguir si no queremos que el país quiebre. Mantener la inacción de tantos años provocará que el gobierno central tenga que hacer estos desembolsos multimillonarios y, al no tener esos recursos, nos le quedará otra vía que aumentar impuestos. Al final del camino, los 4 millones y medio de panameños financiaríamos las pensiones de 300 mil personas.
Si no hacemos nada, le heredaríamos a nuestros hijos y nietos esa deuda. No parece una buena forma de demostrarles amor.
Si continuamos con la actitud irresponsable de estos últimos tres gobiernos, así como la de aquellos grupos -sindicatos, gremios o militantes de grupos de izquierda no democrática y similares- que se niegan a ver los problemas de fondo, porque en realidad buscan agudizar la crisis financiera y social para provocar el caos y lo que han llamado demagógicamente “el cambio de sistema”, no hay duda de que Panamá y los panameños enfrentaremos una crisis financiera de gran magnitud y con terribles consecuencias para todos.
En las manos de nosotros está el futuro de nuestro Panamá.
El autor es miembro fundador del Movimiento Otro Camino
