Cada cinco años, con los cambios de gobiernos, los retos del país que son transversales en el tiempo, tienen un botón de reinicio, ya que empieza a hacerse cargo una administración que trae consigo un modus operandi. La pregunta es, ¿conoce la nueva administración los retos a los que se enfrentará? Y si los conoce, ¿tiene las herramientas basadas en evidencia que le permitan tomar las mejores decisiones y que estas puedan ser medidas y evaluadas?
Son muchos los retos, y que, como la naturaleza de un cuerpo humano, todos se interrelacionan. Hemos listado tres áreas clave con algunos retos sociales: salud, educación y generación de empleo.
Salud:
La salud es probablemente el reto social más importante de Panamá, es tan grande que proponemos simplificarlo en dos cosas para abordarlo rápida y eficientemente. La idea es enfocar los esfuerzos en mantener a la gente sana y que cuando se enfermen el sistema los pueda cuidar en el momento y lugar donde estén. Mantener a la gente sana implica acceso equitativo y a buen costo de alimentos saludables, espacios abiertos para hacer ejercicio, menor consumo de alcohol y productos asociados al tabaco, y una ciudad amigable para caminar. Solo esto podría mejorar la calidad de vida y disminuir la cantidad de pacientes que acuden a los hospitales.
Hoy el sistema de salud está sobrecargado de personas graves que no recibieron diagnóstico y tratamiento en el momento que lo necesitaban. Esto implica que el sistema de salud tiene que trabajar como un reloj suizo, todo a tiempo, y con una precisión sin precedentes. Hoy tenemos acceso a herramientas digitales como Chat GPT que cuando son aplicadas a salud reducen tiempos de atención considerablemente. Apostemos a un sistema de salud que cuide a la población integralmente, enfoquémonos en prevención y en brindar manejo temprano de enfermedades.
Educación:
El nuevo gobierno de Panamá enfrenta desafíos en educación que requieren atención urgente y estratégica. Mejorar la calidad educativa requiere fortalecer la formación inicial y el desarrollo profesional de los docentes, promoviendo el bienestar, garantizando condiciones laborales adecuadas, y facilitando apoyo para enfocarse en los retos que enfrentan nuestros estudiantes con estrategias efectivas.
La equidad educativa demanda inclusión, asegurando ambientes escolares que valoren la diversidad y atiendan las necesidades de todos los estudiantes, especialmente aquellos en situaciones de vulnerabilidad. Es vital reducir las disparidades regionales en infraestructura y recursos, y priorizar el bienestar integral de los estudiantes, incluyendo salud mental y socioemocional. Combatir la deserción escolar y mejorar el acceso al preescolar requiere estrategias integrales y colaborativas, además de programas efectivos de alimentación escolar y colaboración con centros de salud.
La gestión educativa debe despolitizarse y profesionalizarse, basando decisiones en criterios técnicos y pedagógicos, y asegurando la sostenibilidad de las iniciativas. Mejorar el manejo de datos educativos es crucial para planificar y evaluar políticas basadas en evidencia, monitoreando el progreso y asignando recursos eficientemente. Promover procesos consensuados de evaluación y una cultura de retroalimentación constructiva fortalecerá una administración educativa eficiente, transparente y centrada en la mejora continua en Panamá.
Empleo:
La pandemia cambió todo. Miles de personas perdieron sus empleos y a otras les disminuyeron sus contratos. Si bien es cierto ha habido una recuperación económica, no menos cierto es que los panameños hemos tenido que reinventarnos, pasando de empleos con salarios, a la informalidad. Y aunque somos recursivos, esa informalidad tiene marcadas desventajas financieramente hablando, desde opciones limitadas y caras para obtener financiamientos, pasando por el ensayo y error inherente a no estar preparados con capacitación para llevar un negocio con todo lo que esto implica.
Las personas menos preparadas y los jóvenes que, aunque quizás estén preparados académicamente, no tienen la experiencia que requieren los empleadores, son los más afectados por esta problemática. El nuevo gobierno tiene un reto muy importante en la generación de trabajo para ir atacando este dilema ya que, en la medida en que haya empleo, habrá menos delincuencia y problemas sociales.
Dos áreas muy importantes para generar trabajo de manera masiva, tanto directa como indirectamente, son la construcción de mega obras (hay varias muy necesarias que ya están en la palestra) y el turismo. Confiamos en que la generación de empleo sea una prioridad en este nuevo quinquenio administrativo. ¡La sociedad y la economía dependen de ello!
Los retos sociales son muchos, pero el trabajo en equipo, planes estratégicos articulados con la mejor evidencia y voluntad de todos los sectores en un mismo objetivo, sacar el país adelante, es el mejor de los escenarios para encontrar la manera de ponernos de acuerdo en cómo hacer las cosas, porque todos queremos lo mejor para Panamá.
Los autores son miembros de Ciencia en Panamá.
