¡Fuego, Fuego, llamen a los bomberos!, esta parece ser la única vez en que muchos se acuerdan de los camisas rojas y tal vez pocos sepan que el 28 de noviembre, además de conmemorar nuestra independencia de España, también celebramos el día en que se firmó el acta de fundación del Cuerpo de Bomberos de Panamá en 1887.
Esta noble institución es una de las más antiguas de nuestra República y desde su fundación por voluntarios se fijó como misión salvaguardar vidas y bienes de la sociedad. Por eso, mientras usted y su familia duermen, los bomberos panameños están atentos dándole vida a su lema disciplina, honor y abnegación, prestos a entrar en acción en caso de algún siniestro las 24 horas del día los 365 días del año.
De acuerdo con la Dirección Nacional de Extinción, Búsqueda y Rescate (Exbure), en los últimos 4 años se atendieron 142 mil 941 llamadas, lo que promedia 36 mil al año, aproximadamente 100 llamadas al día, de las cuales el 25% son por asistencia de salud, es decir, 1 de cada 4 llamada tiene que ver con alguien enfermo, con lo cual los bomberos representan un apoyo importante al sistema sanitario panameño en atención prehospitalaria. Además, de 2014 a 2018 se atendieron 29 mil 844 llamadas por enjambre de abejas africanizadas en contacto con seres humanos, particularmente en centros urbanos.
Se atendieron 14 mil 982 accidentes vehiculares para rescate, estabilización y traslado de víctimas, disminuyendo la mortalidad en la hora dorada. También se atendieron emergencias ocasionadas por fuga de gas, desperfectos eléctricos, personas atrapadas en ascensores, incendios de masa vegetal, árboles caídos, materiales peligrosos, derrame de combustible, rescates de personas y animales, sumado a los 2240 incendios estructurales atendidos, los que representan algunas de las operaciones que desarrollamos los bomberos al servicio de la comunidad. Lamentablemente en 48 meses recibimos en promedio 2 falsas alarmas al día, con un costo anual de $397 mil 950 más el desgaste humano, del equipo rodante y el riesgo de accidentes a los bomberos y a terceros en cada salida.
En este Día del Bombero celebramos con orgullo la existencia de esta benemérita institución, pero además los invitamos a una profunda reflexión sobre su futuro en un mundo rápidamente cambiante, con nuevos riesgos, edificios más altos, cambio climático, nuevas amenazas como el terrorismo, tránsito de buques con cargas radiactivas y otras, que pasan por el Canal y cómo los bomberos se preparan para enfrentarlos.
Con la actual administración hemos avanzado, se hizo justicia a los bomberos voluntarios con más de 25 años al servicio de la patria y se logró mejorar los equipos de protección personal y adquirir nuevos vehículos de extinción. La mística perdida por la política partidista y los intereses está de vuelta, sin embargo, persisten grandes desafíos por enfrentar, como fortalecer la academia de formación de bomberos e implementar la carrera bomberil, mantener capacitación continua para enfrentar siniestros en edificios altos y las nuevas amenazas biológicas, químicas, físicas y nucleares, e iniciar un proceso de descentralización de las zonas bomberiles por la vía de la sectorización de acuerdo con el mapa de riesgo y a la densidad poblacional, además de acciones de prevención basadas en normativas internacionales y programas de educación a la comunidad, como la reciente prohibición del uso de barbacoas en balcones de edificios para prevenir incendios. Consecuentemente se requieren inversiones en nuevas infraestructuras y laboratorios, para lo cual se debe mejorar el presupuesto institucional.
Imagínese un día sin bomberos, todo lo que se puede perder en vidas humanas y en bienes, por eso pedimos el apoyo de la sociedad para servirle mejor, cada vez que escuche nuestra sirena, o vea a los bomberos en acción, no obstaculice nuestra labor, ya que la vida que vamos a salvar puede ser la de un ser querido suyo. ¡Feliz Día del Bombero!
El autor es coronel del Cuerpo de Bomberos de Panamá.

