China ha tenido un extraordinario desarrollo luego de las reformas de modernización al sistema económico iniciadas en 1978 bajo el liderazgo de Deng Xiaoping y continuadas por Xi Jinping, actual presidente chino. Esta revolución económica ha permitido a este país cohesionar una economía que fusiona lo mejor de las técnicas de producción capitalista con un socialismo renovado, con características chinas, que, al socializar la prosperidad, logró sacar de la pobreza a más de 800 millones de chinos, crear una sociedad moderadamente próspera y colocarse como la segunda economía del mundo. Ese gran porvenir de China debe proyectarse en relaciones mutuamente provechosas entre Panamá y ese país amigo, teniendo en cuenta que este 13 de junio de 2025 se cumplen ocho años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Ya sabemos lo que representa el tránsito de naves de China por nuestro Canal, al igual que el movimiento de mercancías de ese país en la Zona Libre de Colón. Corresponde ahora profundizar en los beneficios para nuestros agricultores, productores, la industria, los servicios y otros aspectos de nuestra economía. A partir del establecimiento de relaciones diplomáticas con China en 2017, el comercio bilateral entre China y Panamá pasó de 6,380 millones de dólares en 2016 a 12,840 millones en 2024. China ha incrementado las importaciones de productos panameños tales como carne de ganado, pollo, frutas, café y harina de pescado. Las inversiones directas de China alcanzaron los B/.1,400 millones en ese período. No dudo en afirmar que la salida de Panamá de la Iniciativa de la Franja y la Ruta afectará el incremento de esta relación comercial.
Si la política exterior de un país debe reflejar las aspiraciones de las políticas nacionales, dependerá de Panamá que los panameños se beneficien del gran desarrollo de China. Pero con tal propósito, es indispensable que Panamá desarrolle una política exterior propia de un Estado soberano que tome en cuenta el interés nacional. Preocupa enormemente que nos dejemos encasillar por la narrativa que, de nueva cuenta, quiere imponer el gobierno de Estados Unidos al acusar a China de intervenir en la administración del Canal, a pesar de que el Gobierno de Panamá y sectores influyentes panameños han negado tales señalamientos, considerando, además, que las relaciones entre Panamá y China se han desarrollado hasta la fecha en un plano de entera igualdad y respeto mutuo. Debemos ser conscientes de que estas relaciones excluyen cualquier tipo de relación oficial con Taiwán, lo que demanda actuar con prudencia, pues de lo contrario, las relaciones Panamá-China sufrirían un grave retroceso.
El establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Panamá y la República Popular China en 2017 fue precedido de un verdadero consenso nacional, independientemente del gobernante a quien le correspondió formalizarlas. Es así que, en el año 2001, un grupo de panameños constituimos la Asociación Panameña de Amistad con China (APACHI). En la reunión constitutiva de la Asociación Panameña de Amistad con China participaron más de 150 personas de todos los sectores sociales, económicos y políticos del país. Al observar la composición de los participantes en la reunión, un distinguido periodista de la época describió, en forma admirable, que la misma podría ser considerada un plebiscito sobre la necesidad de establecer relaciones plenas entre Panamá y China. A mí me correspondió ser el primer presidente de la Asociación Panameña de Amistad con China, y como presidentes honorarios, los expresidentes panameños Jorge Illueca, Aristides Royo, Guillermo Endara y Francisco Rodríguez, el exvicepresidente Ricardo Arias Calderón, y el empresario Boby Tzanetatos. También participaron los excancilleres Oydén Ortega Durán, Carlos Alfredo López Guevara, Leonardo Kam y Carlos Ozores, el exrector de la Universidad de Panamá Gustavo García de Paredes, así como el excontralor José De Los Santos Chen Barría, al igual que exministros de Estado, empresarios, políticos de todos los partidos, intelectuales, profesionales, diputados, periodistas y líderes sindicales.
La República Popular China ha practicado una política exterior basada en la coexistencia pacífica, la cual recibió elogios del exsecretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger en su viaje a China en julio de 2023, cuando señaló que a Estados Unidos y al mundo les conviene tener buenas relaciones con China para fortalecer unas relaciones internacionales basadas en la coexistencia pacífica en beneficio de la paz mundial. A los panameños no nos conviene que, so pretexto de disputas o roces entre Estados Unidos y China, se establezca una defensa conjunta del Canal entre Panamá y Estados Unidos, pues tal circunstancia es contraria al Artículo V del Tratado de Neutralidad, firmado entre Panamá y Estados Unidos, el cual dispone que “después de la terminación del Tratado del Canal (que ocurrió el 31 de diciembre de 1999), solo la República de Panamá manejará el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional”.
El autor es exministro de Relaciones Exteriores.
