Desde el punto de vista formal, estamos frente a una campaña electoral desigual y pasamos a explicar. Recordemos cuando un ex magistrado del Tribunal Electoral dijo que, para hacer política, hay que tener plata. Y es cierto, basado en cómo se reparten los dineros del Estado en una campaña electoral. No hay equidad, equilibrio, coherencia o ponderación en el reparto de fondos públicos, desde la propia normativa electoral.
Pero vayamos directo a los números. Para las elecciones de mayo del año 2019, el PRD recibió $12.3 millones de dólares de subsidio electoral. A pesar de eso, obtuvo 608 mil 638 votos. Y decimos “a pesar de eso”, porque si lo comparamos con el candidato por la libre postulación, Ricardo Lombana, notamos el derroche de fondos que se entregan al PRD y a los partidos tradicionales.
Frente a los $12.3 millones recibidos por el PRD para las elecciones del 2019, Ricardo Lombana solamente recibió $132 mil dólares de financiamiento público. Sin embargo, logró obtener 368 mil 962 votos. O sea, recibiendo en fondos públicos apenas el 1% de lo que se le asignó al PRD, los votos de Ricardo Lombana representaron el 60% de lo que obtuvo el PRD en las urnas. Pero aquí no termina el contrasentido. El subsidio electoral entregado al PRD entre 2019 y 2024, adicional a los $12.3 millones recibidos para la campaña electoral de 2019, fue de $14.6 millones. Mientras que, en ese mismo periodo, el financiamiento público entregado al Movimiento Otro Camino (MOCA), fue $0.00, es decir, nada. Y para rematar veamos lo que se entregará para las elecciones de mayo 2024. Al PRD se le entregarán adicionalmente, $16 millones. Mientras que MOCA solamente será beneficiado con $1.4 millones. O lo que es igual, desde 2019 hasta las elecciones de 2024 incluidas, el PRD recibe $30 millones, mientras que Moca solo recibe $1.4 millones de financiamiento público.
El segundo partido con mayor cantidad de fondos públicos es Cambio Democrático (CD). Habiendo recibido para la campaña de 2019, la suma de $11.4 millones, obtuvo 584 mil 297 votos (frente a los 368 mil votos de Lombana con solo $132 mil de subsidio electoral recibidos). Entre 2019 y 2024, CD recibió $11.8, en adición a $12.9 millones que recibirá para la campaña 2024. Un gran total de casi $25 millones a partir de 2019 después de aquellas elecciones, incluyendo la campaña de 2024; mientras que, en ese lapso de 5 años, MOCA solo recibe $1.4 millones, como queda dicho.
Paradójicamente, estos dos partidos políticos han denunciado a MOCA por la elaboración y publicación en redes sociales de un video que consideran, viola el pacto ético electoral, por publicar imágenes propias de sus candidatos, sin su consentimiento como titulares.
Sin embargo, la propia ley electoral impide que los fondos públicos sean entregados de manera equitativa. La desproporción y deformidad en la entrega de fondos de nuestros impuestos, por las que se favorece con total
sinrazón y tropelía extrema a los partidos tradicionales, por encima de los nuevos movimientos políticos que buscan un verdadero cambio, confronta el pacto ético electoral.
Porque lo ético implica lo justo, lo equitativo o lo consciente. Porque la institucionalidad y la normativa a la que debemos respetar, juegan en contra de la ciudadanía y a favor del clientelismo. De que esas son las reglas del juego y debemos saberlo, es cierto. Pero eso no impide criticarlo e informarlo al ciudadano, para que conozca la enorme desigualdad que hay en la repartición del financiamiento electoral público.
Sin entrar a considerar, por razón procesal, las denuncias iniciadas contra Moca, no es justo tampoco guardar silencio frente a desequilibrios normativos ilimitados e ilógicos, por los que se les da una enorme ventaja a grupos políticos sobre otros.
Y aunque no se trata de justificar una posible falta ética, de ser el caso (a pesar de considerar nosotros que no lo es), tampoco es aceptable la inequidad manifiesta con este derroche ilimitado e innecesario de fondos públicos. No lo permite la realidad económica o financiera del Estado panameño, ni los principios básicos de un pacto ético por el cual, le ley debe ser aplicada a todos en igualdad de condiciones.
Un total y absoluto despilfarro de fondos públicos pre y post electorales de las elecciones de mayo 2024, que superan los $91 millones. De los cuales alrededor del 55% de este financiamiento público se lo embolsan el PRD y el CD.
El autor es abogado
