A veces no es fácil identificar a Panamá dentro del contexto global. Sin embargo, su integración al mundo lo hace partícipe y protagonista de sus efectos económicos.
Hoy, el caos logístico mundial se hace evidente en la gran cantidad de buques en espera en puertos de China y Estados Unidos o las filas de pasajeros en aeropuertos de Europa. Otro efecto global tangible localmente lo constituye la ausencia de contenedores vacíos, que junto a la explosión post covid en la demanda, generó fletes récord del transporte en buques contenedores.
En Panamá, todo esto se expresa en mayores costos de los productos de consumo. Por un lado, la falta de oferta de transporte (contenedores en puertos esperando ser descargados/cargados) aumenta los fletes (precio del transporte de carga por mar) y transfiere ese costo a los consumidores finales. Por otro lado, las filas en los aeropuertos de Europa reflejan la demanda de los empleados aeroportuarios de mejoras salariales para encarar los nuevos precios de los productos. Así, mientras Panamá reaccionó al aumento del costo de la vida con las protestas de julio 2022, esta semana los pilotos de Lufthansa solicitaron, entre otras demandas, un ajuste inflacionario a su salario.
Por su parte, la falta de contenedores -en parte vinculada a la congestión de buques y la falta de camioneros en Estados Unidos para transportar los contenedores a los puertos- aumenta los precios de almacenamiento. A esto se agrega, como un efecto adicional, que la reducción del consumo debido al incremento de la inflación agrega presión a la reducción de los precios de los fletes, como ya se empieza a observar.
Para Panamá, la congestión en los puertos del oeste de Estados Unidos se traduce en un mayor tráfico hacia el este. La congestión de buques en China, ocasionada en gran parte por la estrategia contra el covid-19 adoptada en ese país, podría verse como tráficos potenciales futuros, cuando ciertos nodos de producción se liberen. Potencialmente, la necesidad de paso expedito puede promover un incremento en la reserva de tránsitos y el uso de las subastas de tránsitos por ciertos periodos.
Todo esto representa un entorno que no puede ser evadido por la toma de las decisiones que demanda el futuro cercano de nuestra economía.
El autor es profesor de economía marítima de la Escuela de Economía de Noruega e integrante de Ciencia en Panamá.

