El día 9 de julio, la primera plana de la sección de economía del diario La Prensa trajo una entrevista detallada con el nuevo representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Tomás Bermúdez. Considero que esta entrevista debe ser de lectura obligatoria para todos los candidatos a la Presidencia de la República, utilizando estas opiniones profesionales y objetivas para construir sus programas de acción de gobierno.
Como lo dice el título del artículo del BID, “Panamá debe mejorar eficiencia estatal…” Dicho en forma cruda: el nivel de total ineptitud de los funcionarios del gobierno es inaceptable y cuesta horrores a la población, castigando mayormente a la población más vulnerable. A nivel de nuestro gobierno, con contadas excepciones (ejemplo, la Dirección de Pasaportes), nada, nada funciona. Es como si entrar a cualquier oficina del Estado fuera una especie de salón de espejos y paredes de bloques donde la única pregunta es por qué el servicio requerido no se puede hacer sin visitar antes otras tres oficinas –también de espejos y bloques–, terminando luego con un “tengo un amigo que te puede ayudar por solo $?”. Es decir, coima.
Ni se diga el efecto negativísimo de esta ineptitud a nivel de inversionistas extranjeros y lo que afecta a la industria de turismo, que es la de mayor posibilidad para crear nuevos empleos en toda la República.
Solo una nota respecto al manejo de la covid-19, que, según el gobierno, fue una maravilla reconocida internacionalmente. Dice el representante del BID una gran verdad: “Panamá tuvo una desaceleración de las más importantes producto de la caída por efecto del confinamiento, que fue muy severo en comparación de otros países”. ¿Les parece de premio?
Luego, los sectores cruciales –la construcción, el turismo y la agricultura– requieren de motores nuevos de crecimiento. El problema es que pedirle a un inepto corrupto que se alumbre con creatividad para implementar “motores nuevos” es procurar cuadrar el círculo vicioso existente.
Otra frase: “se tiene que ver cómo se mejora el gasto, al tiempo de incrementar ingresos, pero de forma paralela se debe incrementar la transparencia y la justicia”. Esta frase, en idioma diplomático, dicho en panameño, ¡dejen de regalar el dinero público con objetivo político, dejen de robar y dedíquense a gobernar, según sus propias promesas!
“En la educación (la gran “estrella” de gobierno) hay que mejorar la cobertura y la calidad”. Pero no ha pasado nada en el tema del agua ni ha mejorado la cobertura ni la calidad, a pesar de que es un sector que ha tenido volúmenes importantes de inversiones en los últimos años.
“El país debe darle una mirada al tema del agua, y al manejo de residuos sólidos... y la basura”.
¡Más claro no canta un gallo, señores de gobierno!
Sigue con la necesidad de diversificación y la buena noticia: el BID está creando el primer fondo de garantías para financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Ya era hora, pero no para los inventos en estos temas por parte del gobierno, ¡que es regalar dinero público con este cuento!
Finalmente, toca el tema de la Caja de Seguro Social, cuya solución depende de un presidente que no patee las latas, pero sí para uno que se amarre los pantalones, proponga y logre sacrificios de todos los sectores.
Dice: “en términos de mantener la salud fiscal del país, hay que atender este problema (la CSS) de forma seria y responsable”.
¡Mil felicitaciones a Tomás Bermúdez por poner los puntos sobre las íes!
Ojalá, y no a los que van de salida, pues no hay esperanzas por parte de este gobierno, sino a los que aspiran, que entiendan que los estaremos examinando desde los zapatos hacia arriba.
El autor es presidente fundador del diario La Prensa

