A veces me adelanto a los hechos y quedo en situaciones innecesarias. Llevo más de año y medio sin carro esperando comprar uno eléctrico. Lo puedo hacer porque hay una estación del metro en la entrada de donde trabajo y una cerca de donde vivo. Hace seis años estuve en Holanda y vi “buco” carro eléctrico en la calle. Eso que es una ciudad dominada por las bicicletas, pero en cada esquina había un carro conectado a un cargador eléctrico. Me pareció que pronto se vería en Panamá lo mismo. Me equivoqué. Se sabe que las tendencias llegan de último a Latinoamérica. Aun así, seis años esperando en este mundo que se mueve tan rápido es absurdo.
A pesar de que la tendencia lleva tanto tiempo, y porque vivo en Panamá, me parece que comprar un carro eléctrico sigue siendo algo moderno. Encima, es la tendencia a seguir para contribuir en algo con el cuidado del medio ambiente. Hace sentido. Además, hoy se siente más eminente la proliferación de carros eléctricos en nuestra ciudad. Sí compro un carro de gasolina puedo correr el riesgo de que el mismo se sienta medio obsoleto en un par de años. ¿Cómo será eso de venderlo dentro de cinco a siete años? La tecnología ya tiene bastante tiempo a prueba. Sigo argumentando y dilatando la compra de un carro nuevo; quiero uno eléctrico.
Estuve leyendo en La Prensa (16 noviembre de 2022) sobre la venta de carros en el país. Mencionan los porcentajes en términos de carros SUV, sedan y pick up. Dicen que la Contraloría aún no da las cifras de carros eléctricos e híbridos. ¿Cuál será la razón? Ya es relevante tener esa referencia.
En fin, el no comprar un carro eléctrico ya no es un tema de disponibilidad en Panamá. Tampoco es no tener puntos de recarga. Ya hay más de 70 puntos en la ciudad y a futuro incrementarán. Adicionalmente, lo que entendí de un evento reciente en nuestra ciudad, ya se puede ir en carro eléctrico desde Panamá hasta Guatemala sin inconveniente. Hay puntos de recarga a través de nuestros países para permitir recorrer toda la distancia.
La razón por la cual aún no compro un carro eléctrico es que soy de la generación de las marcas y las variedades. Ya saben, me gustan las camisas con el logo del caballo, pingüino, lagarto, águila, elefante, oveja, conejo, oso y todos los animales del reino. Estoy esperando a que las marcas de carros tradicionales a las que estoy acostumbrado y me instruyeron son las confiables traigan a Panamá sus modelos eléctricos. En otras palabras, siento que no tengo suficientes opciones.
Una de las opciones entre las marcas tradicionales, frente al subsidio que da el gobierno en Estados Unidos para incentivar el mercado de carros eléctricos, me sale 100% más caro en Panamá. No me parece. La otra opción es una de lujo de $80,000. Tampoco me parece. Estoy a punto de justificar el comprar un carro eléctrico de marca China. Tienen costos razonables. Si lo veo de forma objetiva, la producción de carros eléctricos en China debe ser tan grande para abastecer su mercado, que lo más seguro ya son marcas que dan la talla. Deben ser comparables a las marcas tradicionales. Si mis marcas favoritas japonesas, europeas y hasta de Estados Unidos no traen su modelos eléctricos a Panamá en el 2023, será que investigo un poco más y me decido por un timón chino. Los carros coreanos no eran bien vistos. Ahora están entre los mejores vendidos. Los mismos son de muy buena calidad. Un gobierno con objetivo ambientalista debe de ayudar al mercado de carros eléctricos con algún incentivo, reducir o eliminar el arancel para este tipo de carros. También me parece que las agencias de carros de marcas tradicionales se tienen que poner las pilas con el tema de traer los modelos eléctricos a Panamá.
El autor es ciudadano
