Finalmente se publicaron las planillas. Más de dos años después de la investigación de Mary Triny Zea publicada por el diario La Prensa, hoy los ciudadanos podemos ver, con lujo de detalles, cómo los diputados se gastaron más de 166 millones de dólares de nuestros recursos, entre planillas, contratos y donaciones.
La campaña ciudadana #PubliquenSuPlanilla, iniciada a partir del acceso a información pública, ha logrado su objetivo: la publicación completa y detallada de todas las planillas, contratos y donaciones hechas por la Asamblea Nacional. Esta información debió ser publicada en la página web de la Asamblea desde el primer día. Sin embargo, la presidenta de la Asamblea, Yanibel Ábrego, negó su publicación argumentando desde la falta de un sistema informático, hasta la mal entendida independencia de un Órgano del Estado.
A todas luces, una actitud que denota una falta de responsabilidad y transparencia absoluta ante los ciudadanos, por decir lo menos. Lo que ha quedado claro para esta Asamblea, para la que venga y para otras instituciones del Gobierno, es que el acceso a la información por parte de los ciudadanos nos ha convertido en fiscalizadores del uso de los fondos y presupuestos que se les asignen.
A partir de esta publicación han surgido innumerables hallazgos, hallazgos que quizás el mejor equipo de auditores no podría encontrar por falta de tiempo y de conocimiento sobre el entorno de cada diputado. Hemos visto en esas planillas muchos familiares contratados, diputados que han tenido mucho más dinero a disposición que otros, muchos pagos similares de un solo diputado en pocos días y en fechas sospechosamente cercanas a las elecciones internas de sus partidos, y no pocas personas que aparecen en la planilla sin tener conocimiento o haber recibido esos pagos.
También hemos visto el otro extremo, la demonización del servicio público y el cuestionamiento a todos los que aparecen en la planilla, sin tomar en cuenta que muchos de ellos seguramente fueron compensados por un servicio bien prestado.
Puede ser que no estábamos preparados para este repentino acceso a la información pública. Los ciudadanos no estamos acostumbrados a la transparencia, pero seguramente aprenderemos rápido a pedir rendición de cuentas y podremos distinguir la verdadera corrupción dentro de toda esa información. Lo importante es el avance en la transparencia que debe ser extensivo a todas las instituciones del Gobierno. Seguimos esperando información similar de otras instituciones, como la Caja de Seguro Social y Pandeportes, que también han estado bajo la sospecha de malos manejos.
Ahora viene la otra parte, esta información evidencia delitos que deben ser investigados y castigados severamente por la justicia, pues estamos hablando de recursos de todos los panameños que fueron mal utilizados por algunos diputados. Estos recursos deben regresar al erario y los diputados que infringieron la ley deben pagar con cárcel su delito.
Esto no puede pasar como un escándalo más. Hay demasiada evidencia y transacciones que pueden ser comprobadas de la manera más simple, por lo cual, los magistrados de la Corte Suprema de Justicia esta vez no podrán esconderse detrás de la famosa y resbalosa “prueba idónea”. Las denuncias están presentadas y la Corte Suprema debe dar la cara y cumplir su misión de hacer justicia de manera expedita, objetiva e independiente, para enviar un claro mensaje a todos los que hoy tienen bajo su responsabilidad el manejo de nuestros recursos.
A los ciudadanos nos corresponde hacer justicia también en las urnas. No podemos volver a elegir a aquellas personas que evidentemente nos han robado, han despilfarrado y han abusado de nuestros recursos de manera descarada. Como ciudadanos responsables no podemos permitirnos la indiferencia a los principios y valores básicos que sostienen a toda sociedad civilizada. Recordemos siempre que nuestros hijos y nietos serán los testigos y a la vez las víctimas de nuestras decisiones.
#NoALaReelección #PelaElOjoPanamá
La autora es miembro de Movin y conductora del programa radial ‘Sal y Pimienta’.