Confieso mi sorpresa. El periódico de Ricardo Martinelli informó de hechos en los casos Odebrecht y Blue Apple, apenas conocidos. Con acceso a los expedientes completos, es ahora que informa detalles que revelan que la exfiscal anticorrupción que tanto odia –Zuleika Moore– hizo su trabajo, pues es a ella a quien cita como investigadora. Lo sorprendente es que, en su afán de disparar contra los que él cree responsables de su situación, apuntó no solo a ellos, sino a sus propios pies… y a su familia
Si lo investigado por Moore es válido para Martinelli en lo que concierne a los hechos que comprometen a los demás, ¿qué le hace pensar que lo que descubrió Moore en su contra es un invento? Por ejemplo, cita a Carlos Ho González, exfuncionario del MOP, que dijo que el exsuperintendente de Odebrecht, André Rabello, le mencionó que el expresidente Martín Torrijos y sus ministros Benjamín Colamarco y Ubaldino Real, así como Roberto Roy y Mario Etchelecu, recibieron dinero de Odebrecht. Pero no menciona lo que Ho dijo contra Federico Suárez, su ministro de Obras Públicas. Y mucho menos lo que hay en su contra y compañía.
En otra entrega, siempre citando a Moore –trasladada por su entonces jefe, Eduardo Ulloa, siguiendo instrucciones de quien ya sabemos–, el diario de Martinelli describe la vinculación Julio Spiegel, cuñado del vicepresidente Gaby Carrizo, con el abogado Mauricio Cort, quienes habrían comprado uno o más restaurantes y recibido concesiones en el aeropuerto de Tocumen. Pero no dice una palabra sobre la adquisición de bienes de su exministro de Obras Públicas ni de su hijo Ricardo Martinelli Linares.
Spiegel es vinculado al caso Blue Apple, de cuyo esquema –compuesto por varias sociedades– recibió, al menos, $320 mil. Sin embargo, el artículo del Panamamérica no dice una palabra de cómo Martinelli Linares creó el esquema de Blue Apple, a través de un testaferro que describió toda la operación, que era manejada en parte por el mismo abogado: Mauricio Cort. Tampoco dice nada de los $10 mil que recibió Mimito Arias de este esquema ni de los $52 mil que obtuvo Cambio Democrático cuando lo lideraba el propio expresidente, o de los $5 millones que recibió Corporación Energía del Istmo, de la que es dueña él y su familia.
También le dieron palo a Pablo Ruíz Obregón, familiar político de Roberto Eisenmann –fundador de La Prensa–, en un caso del PAN y la venta de granos de Hialing Corporation. La noticia se concentró en la familia Eisenmann, olvidando deliberadamente que en Hialing Corporation –de acuerdo con el Tribunal de Cuentas– tienen intereses su propio hermano, Mario Martinelli, así como colaboradores de Importadora Ricamar, dueña de los Súper 99.
Entonces, ¿a quién le dispara Martinelli? No es a Moore, quien hizo el trabajo que él usa ahora para involucrar a los demás. ¿A Julio Spiegel? ¿Por qué no lo denunció antes? ¿Acaso él era el as bajo la manga si fallaba todo lo demás? Si la investigación le sirvió a él para involucrar a Torrijos y sus ministros, ¿por qué no sirve cuando se trata de él y sus compinches? Si él da por hecho que es verdad todo lo que hay contra los demás, entonces, ¿por qué habría que cuestionar lo que hay en su contra?
