Un tema nuevo en mi álbum, cuyas hojas se llenan de precisiones, aciertos y dudas, y porque es sabido que el número de agentes policiales puede ser significativo, pero la realidad se ve reflejada en los actos delictivos que ocurren en el día a día, y en el hecho de que el número de agentes del Estado no puede cubrir toda el área del país. Es preciso que las entidades oficiales tengan un colchón de auxilio, como la seguridad privada, con el que ambos enfrenten el combate contra la delincuencia.
Un ejemplo para nutrir esta columna es el de Abdiel Rangel, quien desde joven ingresó a las filas policiales hasta llegado el momento de la merecida jubilación. A este personaje lo conocí hace poco, por intermedio de un amigo mutuo al que yo cuestionaba, por mis dudas sobre el trabajo que realizan las diferentes agencias de seguridad privada del país. Al igual que mis incondicionales amigos, los hermanos Alexis y Leonel Lomba, dedicados a tiempo completo al trabajo de seguridad. Mi constante curiosidad logró que mis inquietas neuronas cerebrales acepten el efectivo apoyo que las empresas dedicadas a tan delicado y peligroso trabajo, se constituyan en brazo positivo y fuerte para los estamentos de seguridad del Estado.
Después de sus cordiales saludos, el nuevo amigo Rangel –para aclararme un poco el panorama–, me invitó a ver las instalaciones de una empresa dedicada a ofrecer servicios de seguridad, personales o comerciales, en Panamá Oeste.
Debo confesar que fue buena la visita, porque pude observar el selectivo reclutamiento de personal, el entrenamiento y la directa comunicación con los personajes que requieren de sus servicios profesionales. Los hermanos Lomba, siguen con esmero iguales procedimientos.
Recordando algo de historia de Rangel, este me informó que jamás estuvo conforme con jubilarse, acostarse en una hamaca y ver girar el abanico en el techo. Se dispuso, con firmeza, a establecer un negocio en el que estaba preparado por su experiencia lograda en los círculos policiales. Junto a sus hijos, emprendió en 1994 la creación de una agencia de seguridad y, con significativo empeño, hoy su empresa goza de respeto y confianza a nivel nacional e internacional.
Ahora bien, en este tipo de empresas la imagen que se proyecte es de vital importancia para su desarrollo y evolución. Advierto, seriamente, que jamás se podrá desarrollar un potencial de ingresos económicos, si se deja de lado la imagen positiva que despierte el interés del público. Existe la Cámara Panameña de Seguridad Privada, integrada por la gran mayoría de agencias privadas del país, que mantiene su visión: “Fortalecer, desarrollar y profesionalizar el trabajo de vigilancia privada”.
En esta corta opinión, quedo convencido del trabajo de estas agencias que continúan dando vigilancia a familiares y patrimonios de sus clientes.
