El tiempo de Cuaresma es un periodo muy importante para las Iglesias cristianas. El término Cuaresma se refiere a los 40 días que pasó Jesús orando en el desierto antes de comenzar su vida pública.
El número 40 está asociado en la Biblia, con los 40 días que duró el diluvio, con los 40 años que pasó el pueblo de Dios en el desierto, con los 40 días que Moisés y Elías pasaron en la montaña y los 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su ministerio.
Cuaresma es un tiempo para reflexionar sobre nuestra vida. Es tiempo de oración y de darle gracias a Dios por todo lo que nos ha concedido.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y se extiende hasta la víspera del Domingo de Resurrección. Este domingo es el día más importante para los cristianos. Se trata del día en que se conmemora la resurrección del Señor. Recordamos las palabras de San Pablo cuando dice en I Corintios 15: 14. “Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra predicación y vana es también nuestra fe”. Cuaresma es la confirmación de la fe que tenemos en Jesucristo. Es el camino para prepararnos para la Pascua de Jesús. La Pascua es el fundamento de la fe cristiana.
Los católicos celebramos la Semana Santa como la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Jesús dio a la cena de Pascua un nuevo significado. Él identificó el pan y el vino como su sangre y como su cuerpo antes de ser sacrificado. La Pascua es la celebración más grande del cristianismo. Los cristianos la celebramos con la Semana Santa.
Durante la Semana Santa celebramos la institución de la eucaristía el Jueves Santo; se conmemora la crucifixión de Jesús el Viernes Santo, y la resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Este es el verdadero significado de nuestra comunión: recibir el cuerpo del Señor en la misa. Los cristianos hemos recibido el mandato de celebrar la conmemoración de la muerte de Cristo, la cual se llama también “la cena del Señor” (1 Corintios 11:20). La Pascua era una fiesta que tenía lugar solo una vez al año entre los judíos. Jesús celebró la Pascua con sus apóstoles, despidió a Judas Iscariote y luego estableció la cena del Señor.
De acuerdo con el Evangelio de San Mateo, lo que pasó fue que: “Jesús tomó un pan y después de decir una bendición lo partió, y dándolo a los discípulos, dijo: ‘Tomen y coman todos de él. Esto significa mi cuerpo’. También, tomó una copa, y habiendo dado gracias la dio a ellos diciendo: ‘Beban de ella, todos ustedes, porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para el perdón de los pecados”. (Mateo 26:26-28).
Por ser instituida por Jesús, celebremos todos su resurrección.
El autor es geógrafo
