SILENCIADO. Nos hemos enterado de la razón por la cual ya no se sabe mucho del diputado del PRD Jairo “Bolota” Salazar. Según dicen, desde que se publicó la noticia sobre la descentralización paralela, la simpatía de los electores por él habría disminuido, por lo que Benicio habría tenido que contratar a un asesor que le habría dicho: ¡no más discursos de alto voltaje ni protestas contra los periodistas... o no vas!
PATRÓN. Varios se quejan de que hay un par de bares y restaurantes en la Avenida Balboa cuyo ruido es tan estridente que no deja descansar a los vecinos de las grandes torres. Según dicen, aunque no es de extrañar, ni el propio alcalde José Luis Fábrega los ha ayudado. ¿Será que no hay nadie que le ponga el cascabel a ese gato?... literalmente.
MILLONES. Y hablando de felinos, el otro hijo del gato mayor ha dicho que en cinco años le tocan $1000 millones a Bocas del Toro. Seguramente más de un bocatoreño se preguntará a qué bolsillo habrá ido a parar todo ese dinero, porque en esos mismos cinco años en Bocas sigue habiendo pobreza, educación precaria y un sistema de salud deficiente. Sin duda, la respuesta a su pregunta es más que obvia.
POCO IMPORTA. A propósito de inconsciencia ciudadana, ayer jueves estuvo la gente del Suntracs protestando con una batería de al menos diez bocinas, en las afueras de la Corte Suprema de Justicia, a un costado del Instituto Oncológico Nacional (ION). ¿Quién vela por la protección de los derechos y el bienestar de los pacientes con cáncer del ION? ¿@proteger y servir?
TIN MARIN. Algunos parecen no terminar de definir en qué bando político están. Por ejemplo, el miércoles se vio durante el día al excampeón del boxeo Roberto Durán visitando al condenado por lavado y asilado en la embajada de Nicaragua y, ese mismo día por la noche, departiendo con un grupo del PRD; entre ellos el alcalde capitalino, José Luis Fábrega, que busca la reelección. Cuidado pues que el que sirve a dos amos, con alguno queda mal.
