‘WELCOME’. Este lunes debe llegar al país el nuevo embajador de Estados Unidos, Kevin Marino Cabrera. Si el nuevo mensaje del presidente Trump (solicitando el tránsito gratuito de los buques comerciales estadounidenses por el Canal) es un indicador de cuál será su agenda, ya todos pueden imaginar lo que nos espera.
MUDO. ¿Y el rockstar de Panamá en Washington? Debe estar afónico, porque todavía no se le escucha la voz frente a la campaña de desinformación contra el Canal. No es cónsul, así que no puede decirse que esté ocupado apostillando o autenticando documentos. ¿Será que no habla porque no tenía contraparte? A partir de esta semana, nos daremos cuenta.
IL BOLO. Se acerca la quincena… y con ella viene el contralor Bolo Flores. Por lo menos, ya parece que ha hecho las paces con la diputada Dana Castañeda, con quien coincidió el pasado jueves en Chitré, durante la inauguración de la Feria Internacional de Azuero. ¿Estará la Asamblea preparada esta vez y habrá comprado escritorios para aquellos que no tenían ni dónde sentarse hace dos semanas? ¿O de nuevo vendrá Bolota a arrebatarle los cheques a los auditores?
COBRE. La recién designada viceministra Astrid Ábrego ha replicado que no existe conflicto de interés por su antigua relación con la minera de Donoso, ya que el despacho que ocupará (Comercio Exterior) no regula, supervisa ni trata asuntos relacionados con la extracción de minerales. Entonces, si eso es así, ¿por qué en su hoja de vida obvió deliberadamente su vínculo laboral con Cobre Panamá? No puede aducir que ahí anotó únicamente su experiencia en el sector público, porque sí aparece que trabajó brevemente en C&W. Ella misma, con su omisión, ha alimentado el morbo.
INVENTO. El alcalde Mayer Mizrachi anunció la construcción de un “mirador turístico” en un espacio desocupado que hay entre la vía Israel y una de las entradas al corredor Sur. ¿Para ver qué? ¿El Matasnillo?
SUPLANTACIÓN. Desde la Presidencia de la República advirtieron que alguien estaba enviando mensajes por WhatsApp desde el número telefónico del presidente Mulino, suplantando su identidad y hasta pidiendo dinero prestado. ¿Este es el mismo caso de septiembre pasado o es otro? Aquella vez, alguien hackeó la libreta de contactos del presidente y también empezó a solicitar plata. Ahora, cada vez que alguien reciba un mensaje de Mulino, tendrá que llamarlo para confirmar que es él.

