ARREBATO. Osman Gómez armó una pataleta de niño malcriado, porque se empeñó en que a la bancada “mixta democrática” (a la que pertenece, junto a otros cuatro diputados) se le asigne un puesto en la Comisión de Credenciales y otro en la de Gobierno. Y este berrinche (fomentado por Benicio) acabó con la paciencia del diputado presidente Jorge Herrera, quien convocó a votaciones el próximo lunes. Estas dos comisiones no son poca cosa: la de Credenciales examina los nombramientos del Ejecutivo, estudia las reformas al reglamento interno y decide qué hacer con las denuncias contra el presidente y los magistrados, mientras que la de Gobierno tiene que prohijar y aprobar —en primer debate— las reformas a los códigos y una eventual ley de amnistía política. Para estas cosas es que sirven las bancaditas satélites como la de Gómez: para negociar espacios y votos, y ponerlos a disposición de los demás cuando sea conveniente.
LAMENTO. Ayer, Camacho acusó a la bancada de Vamos de querer ocupar posiciones que no le corresponden. Acto seguido, Roberto Zúñiga replicó que Camacho es un mentiroso y que no ha asimilado que perdió el control de la Comisión de Gobierno, por lo que finalmente se podrán discutir varios anteproyectos anticorrupción. El que tiene miedo, que se compre un yorkie…
FILA. Hasta ayer, había 96 anteproyectos y proyectos de ley recién presentados, aguardando la conformación de las comisiones legislativas. Ahí están la propuesta del presupuesto general del Estado para el año 2026 y dos iniciativas del procurador Gómez Rudy. No cabe duda de que la Asamblea se ha convertido en un obstáculo para el buen funcionamiento de los demás.
SUITES. Nelson Jackson y Jairo Salazar tienen despachos asignados para acomodar únicamente a sus “asesores legales”. Sin embargo, Jackson solo ha presentado dos anteproyectos de ley y Salazar, cuatro. Sería bueno que cambiaran los letreros de esas oficinas por otros que digan “botellas”.
LECCIÓN. La Asociación de Maestros Independientes Auténticos (AMIA) ha protestado porque el pago de la segunda partida del XII (en agosto) viene “recortado”. Quizá no son maestros de matemáticas, porque si lo fueran, ya sabrían que no se puede trabajar menos y cobrar igual.


