VIP. El presidente Mulino ha manifestado públicamente que no necesita “compañeros de viaje”. Esa expresión no la aplica en las compras estatales. Literalmente, su compañero de viaje a Costa Rica es Félix Falabella, quien es proveedor de equipos de seguridad. En los actos en Colón, el pasado 5 de noviembre, el comerciante se dejó ver con Mulino en la tarima principal, acompañados del ministro de Seguridad, Frank Ábrego, y del procurador Luis Carlos Gómez Rudy. No se sabe si estaban viendo desfilar a las delegaciones de la Fuerza Pública o, en realidad, estaban haciendo un inventario para las próximas compras del Estado.
4 X 8. Con la acción de secuestro ordenada por el contralor Anel Flores, el exvicepresidente Gaby Carrizo acaba de ingresar al creciente club de los funcionarios de la administración pasada que son objeto de medidas legales. Y, por la altura del cargo que ostentaba, ha pasado directamente al frente de esa fila, por delante de Héctor Brands, Bernardo Meneses, Luis Oliva y los representantes de corregimiento, entre otros. Por ahora, ninguno de los que bailaba en las calles de San Miguelito con él ha expresado su solidaridad. Bueno, Raúl Pineda y Héctor Valdés Carrasquilla tienen que ocuparse de sus propios problemas. De pronto, todos han enmudecido.
ÉMULO. En el programa El gordo y la flaca de Telemundo, han comparado al recién electo alcalde de Nueva York, Zohran Momdani, con Mayer Mizrachi, porque ambos consolidaron sus candidaturas a través de campañas en redes sociales y selfies con los votantes. Si esa será la tendencia en los próximos años, quizá estemos cerca de eliminar, de una vez por todas, el subsidio electoral.
FRACASO. El Tribunal Electoral dio carpetazo a los procesos para la revocatoria de mandato del representante de Vacamonte y su suplente, José Pérez y Maygualida Sánchez, respectivamente, ya que no se logró la cantidad de firmas necesarias. Y lo mismo ocurrirá en los casos de la diputada Paulette Thomas y el alcalde Mayer Mizrachi: a favor de la revocatoria de mandato de la primera han firmado cinco personas, y del segundo, 39. Para lo único que ha servido este ejercicio es como terapia emocional para los candidatos perdedores.

