El Reporte Global de Riesgos, publicado esta semana, llega a su vigésima edición marcado por un panorama preocupante de las amenazas globales. Desde la intensificación de los conflictos armados hasta los riesgos ambientales y tecnológicos, el documento prevé un mundo caracterizado por divisiones profundas y crecientes incertidumbres.
El informe nos invita a reflexionar sobre las interacciones entre estos riesgos y a replantear nuestras prioridades globales.
La erosión del optimismo global
Al entrar en 2025, los expertos coinciden en un aumento del pesimismo. El informe destaca que el 52 % de los encuestados anticipa un entorno global “inestable” a corto plazo, mientras que un 31 % espera “turbulencia” y un 5 % pronostica un panorama “tormentoso”. Esta percepción se debe, en parte, al aumento de los conflictos geopolíticos y al debilitamiento de las instituciones multilaterales.
La invasión rusa a Ucrania, la escalada de tensiones en Oriente Medio y los conflictos en Sudán ilustran una era de “recesión geopolítica”. Este término describe un mundo donde el multilateralismo está en declive, dando paso a estrategias unilaterales y fragmentación en la cooperación internacional.
Un planeta en crisis ambiental
Los riesgos ambientales dominan la perspectiva a largo plazo del informe. Eventos climáticos extremos, como olas de calor, inundaciones y huracanes, se han convertido en una realidad cada vez más frecuente. Los expertos señalan que estos fenómenos están relacionados con la degradación de los sistemas terrestres, el colapso de la biodiversidad y la contaminación.
El planeta superó por primera vez el umbral de calentamiento de 1.5°C en 2024, lo que intensifica la urgencia de acción climática. Por ello, el informe enfatiza la necesidad de soluciones urgentes. Aunque el cambio climático ha sido una preocupación global durante décadas, sus impactos actuales demuestran que los riesgos ambientales ya no son problemas del futuro, sino desafíos presentes que requieren acción inmediata.
Riesgos tecnológicos y la polarización social
Uno de los aspectos más inquietantes del informe es el impacto de las tecnologías emergentes, especialmente la inteligencia artificial generativa (IA). La propagación de desinformación y contenidos manipulados ha escalado como uno de los principales riesgos en los próximos años.
Además, la polarización dentro de las sociedades sigue alimentando narrativas divisivas y afectando la formulación de políticas públicas.
Desafíos económicos y tensiones geoeconómicas
Aunque los riesgos económicos, como la inflación y las recesiones, han disminuido en las preocupaciones inmediatas, las tensiones geoeconómicas siguen siendo una amenaza significativa. La fragmentación de las relaciones comerciales y el aumento de medidas proteccionistas podrían desestabilizar aún más las economías globales.
El informe también destaca el riesgo de burbujas de activos y la concentración de recursos estratégicos, lo que podría exacerbar las desigualdades y aumentar la competencia entre países.
Frente a este panorama, el informe señala que la cooperación multilateral es más crucial que nunca. El Foro Económico Mundial abordará estos desafíos en su próxima Reunión Anual 2025, a realizarse en Davos del 20 al 24 de enero, bajo el lema “Colaboración para la Era Inteligente”.
El autor es fundador de Semiotik Consulting.

