Se consideran razas gigantes aquellas cuyas medidas pasan los 76 cm aproximadamente. Dentro de este grupo podemos encontrar al famoso Gran Danés, San Bernardo, Terranova y Irish Wolfhound, entre otros menos conocidos.
Es innegable que todos estos ejemplares son espectaculares no solo por su belleza física, sino también por su lucidez, apego y relación con las personas con las que conviven.
Muchos los eligen como compañeros sin conocer en profundidad su requerimientos básicos.
El promedio de vida de todos estos perros es el más bajo dentro de las innumerables razas existentes, siendo aproximadamente de 7 años, y si bien el buen cuidado es importante, poseen una información genética y estructural que determina ciertas patologías de las que lamentablemente es imposible escapar.
En caso de decidirse por un gigante canino, es aconsejable desde que son cachorros consultar con un médico veterinario experimentado, quien deberá elaborar un cronograma, que además de los requerimientos básicos de cualquier perro, incluya una dieta adecuada en cantidad y calidad, como también controles de las enfermedades a las cuales son propensos.
En cuanto al espacio físico necesario, hay mitos sobre este tema, pero es indudable que en pocos pasos cruzarán el living de cualquier casa.
Más que el problema de ejercitarlos, al ser tan grandes les cuesta manejarse entre muebles e incluso ser trasladados en automóviles estándar.
En líneas generales, estos perros gozan de una estabilidad de carácter mayor que las razas pequeñas, pero es aconsejable educarlos desde cachorros en obediencia básica, ya que después su manejo corporal no será sencillo.
La mayoría de estos perros, son originarios de climas fríos, lo que también se deberá tener en cuenta para ofrecerles una buena vida.
Si se decide por alguno de ellos, seguro no se arrepentirá. Pero no olvide que informarse es la mejor manera de quererlos.
