El Consejo de Gabinete aprobó ayer el Convenio 167 del 20 de junio de 1988 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que se refiere a la seguridad y salud en la industria de la construcción.
El convenio establece, por ejemplo, que la legislación nacional deberá garantizar que todo trabajador tendrá el derecho de alejarse de una situación de peligro cuando tenga motivos razonables, y obliga a los empleadores a adoptar las precauciones para proteger a las personas que se encuentren en una obra o en sus inmediaciones.
La decisión del Ejecutivo forma parte de las aspiraciones del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares, que ha reclamado en las calles mayor seguridad en las áreas de trabajo.
La iniciativa tiene ahora que pasar a la Asamblea Nacional para que sea ley de la República y así aplicar su contenido.
"Es un convenio de mucha importancia porque le permitirá a la república de Panamá, una vez lo apruebe la Asamblea, contar con normas que garantizarán al trabajador panameño mayor seguridad y salud en el trabajo", dijo Reynaldo Rivera, ministro de Trabajo.
El sector empresarial y el obrero estuvieron de acuerdo con la aprobación del convenio que 20 países han ratificado, siendo Alemania el primero y Uruguay el último.