La acumulación de basura, las aguas estancadas y las aceras obstruidas se conjugan para acabar con el esplendor que distingue a la “La cara bonita de Panamá”, el corregimiento de Bella Vista.
Áreas como calle 44 se han convertido en sitios desagradables: los bultos de basura, que desprenden malos olores y en los que pululan las moscas, abundan.
Eduardo Gómez tiene 12 años de vivir en esta calle. Dice que la acumulación de los desperdicios es el resultado de que cada vez que se acerca un cambio de gobierno, el barrio queda en abandono.
“Siempre pasa lo mismo”, dijo, mientras explicaba que los bultos de basura llevaban cinco días en el lugar. Ofelia Orozco reside allí hace ocho años. Ella se quejó de la proliferación de moscas y los hedores.
Rafael Reyes, jefe de la Dirección Metropolitana de Aseo Urbano y Domiciliario de la Alcaldía de Panamá, no estaba enterado ayer de que en el corregimiento de Bella Vista no se estaban recogiendo los desechos. Prometió que en la noche de ayer los recogerían.
Y aunque la basura es un problema, las aguas estancadas también son motivo de disgusto para los residentes de este sector de la capital –28 mil 421, según el Censo de Población de 2000–.
Segunda De Gracia tiene cuatro años de vivir en los alrededores del parque Urracá. En ese tiempo ha visto cómo en estación seca o lluviosa las personas deben transitar por el centro de las calles, porque las aceras siempre están anegadas.





