Aunque un poco tarde, el Ejecutivo reaccionó ante la proliferación de locales de internet (ciber cafés) que permiten con liberalidad a muchos adolescentes tener acceso a portales pornográficos.
El Decreto Ejecutivo No.101 de 17 de mayo de 2005, que suscribe el presidente, Martín Torrijos y Leonor Calderón, ministra de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia, determinó que todas las personas, naturales o jurídicas, que se dediquen al alquiler de servicios de computadoras para el uso de internet estarán obligados a prevenir y restringir el acceso de menores de edad a portales pornográficos.
En su artículo 2, el decreto advierte a los responsables de estos locales de internet que están obligados a instalar un programa especial (software) de filtro y bloqueo o cualquier otro medio que impida a los menores la visualización de estos sitios pornográficos.
Además, indica que el mecanismo de bloqueo debe mantenerse actualizado, de forma tal que incluya nuevos sitios web de esta clase.
Los locales de alquiler de computadoras con internet deberán tener avisos visibles que destaquen la prohibición del uso y acceso de los menores de edad a portales con cualquier tipo de pornografía.
El seguimiento, inspección y supervisión de los café internet u otros centros similares será realizado por el Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia.
La violación del artículo 2 del citado decreto será sancionada de acuerdo con el artículo 231-F del Código Penal y el artículo 562 del Código de la Familia, que impone arresto de 2 a 12 meses y multa de 50 a mil balboas al infractor.
Protección al menor
La decisión del Ejecutivo responde a que tanto la Constitución como el Código de la Familia señalan que es deber del Estado proteger la salud física, mental y moral de los niños, niñas y adolescentes.
Además, la Ley 16 de 31 de marzo de 2004 sanciona a las personas que exhiban material pornográfico a los menores de edad y Panamá es signatario del Protocolo Facultativo de la Convención sobre Derechos del Niño relativos a la utilización de niños en la pornografía.
Según las fuentes del ministerio, la sexualidad perversao pornografía genera adicción en el aficionado, es inmoral, induce a la violencia sexuale insensibiliza al ser humano, además de afectar el funcionamiento de la familia.
