El ex gobernante iraquí Saddam Hussein fue condenado a morir ahorcado por la matanza de 148 chiíes en 1982. El veredicto revive ahora el método de justicia y muerte que hasta el siglo pasado fue el mecanismo de ejecución más usado en todo el mundo.
No se sabe a ciencia cierta quién inventó la horca como sistema de castigo, pero textos antiguos afirman que fue durante la Edad Media cuando se usó por primera vez. Incluso los más versados historiadores catalogan a esta época de la humanidad como la "edad de oro" para los torturadores.
Por aquellos tiempos la horca era la pena que los señores feudales reservaban a sus vasallos plebeyos.
Era señal del poder y la justicia del amo. "Para los desgraciados se hizo la horca", ese refrán le recordaba a los pobres que ante cualquier descuido estaban destinados a morir. Y es que la jerarquía y extensión de los feudos eran determinados por la cantidad de sogas y lazos con los que se colgaba a los sentenciados.
Durante la Inquisición, —el tribunal eclesiástico establecido para castigar "los delitos contra la fe"— el método más popular para castigar a los condenados era ahorcándolos. Las brujas, los judíos, los herejes, los alquimistas, los disidentes, los homosexuales y cualquier persona no grata al clero morían por la presión de la soga atada al cuello.
España, que fue célebre por sus ahorcamientos, mantuvo esta pena hasta 1812. En Francia, país donde se ahorcaba a todo aquél que le robaba el caballo a su señor, no se suspendió la horca hasta los primeros años del siglo XX.
El castigo con la soga fue uno de los más usados en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial para aniquilar a los judíos.
En tanto, Italia reservó esta pena para los asesinos.
En Estados Unidos (EU) la horca también fue muy popular. De hecho, reportes de organizaciones defensoras de los derechos humanos afirman que en algunos remotos lugares de este país se sigue usando como forma de castigo.
Uno de los episodios más recordados de la historia de EU fue precisamente el ahorcamiento en 1865 de cuatro de las ocho personas que participaron en el asesinato del vigésimo séptimo presidente de ese país, Abraham Lincoln.
El suceso caló tanto en la conciencia colectiva estadounidense, que se dice que cuando John Fitzgerald Kennedy fue a su vez asesinado, su viuda deseó que el asesino fuera colgado "como los de Lincoln". Cosa que jamás sucedió.
LA PRÁCTICA SIGUE
Amnistía Internacional dice que gran parte de los 68 países donde aún prevalece la pena de muerte, la horca y el fusilamiento siguen siendo populares. China, Indonesia, Irán, Paquistán, Arabia Saudí, India, Irak y Vietnam son algunos de los países que forman parte del siniestro club que cuelga a sus condenados.
En Irak, país donde será ahorcado Hussein, al menos 51 personas han sido ejecutadas en lo que va de 2006.
En este país asiático la pena de muerte fue aplicada ampliamente por el gobierno del ex dictador. En 2003 fue abolida por parte de la Autoridad Provisional y fue restablecida en agosto de 2004.

