El censo del año 2010 privilegiará en Panamá la información socioeconómica, entre esta la migración de pueblos indígenas, la dotación de servicios básicos y la situación laboral de los panameños.
Así lo confirmó ayer el director de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República, Dimas Quiel, al referirse a la preparación del mayor desafío estadístico del país para los próximos cinco años, para generar un diagnóstico nacional.
La ronda censal de 2010 incluye tres diferentes empadronamientos e integrará la información cartográfica y recursos digitales sobre población, vivienda, empleo, producción, consumo y las condiciones de vida de los habitantes en todas las provincias.
Entre las prioridades oficiales figura obtener un panorama de la realidad de los pueblos indígenas y las condiciones que los rodean.
Los casi 290 mil indígenas representaban en el año 2000 aproximadamente 9.0% de la población de Panamá y pertenecen a los grupos kuna, emberá waunaan, ngöbe buglé, bokota, teribe y bri-bri.
Sin embargo, en los últimos 10 años muchos de los miembros de dichas etnias, en especial la kuna, emigraron a diferentes zonas urbanas debido a conflictos comarcales, la extrema pobreza, que afecta casi al 98% de su población, y la pérdida de las actividades económicas de subsistencia.

