En septiembre de 2004, el Puente de las Américas fue testigo del salto en paracaídas del austríaco Félix Baumgartner, famoso por haber saltado también desde el Cristo del Corcovado en Río de Janeiro (Brasil) y muchos otros sitios alrededor del mundo. Riesgo es la palabra que define su vida.
Pero poco a poco, los deportes extremos -como el paracaidismo- han dejado de ser una actividad exclusiva de personas osadas como Baumgartner. Ahora, sin importar la edad ni el sexo de la persona, existe una variedad de actividades arriesgadas para complacer los gustos de los adictos a la adrenalina.
La riqueza geográfica panameña, que ofrece ríos, montañas y numerosas playas, ha contribuido al desarrollo y popularización de los llamados deportes de riesgo -como hiking, alpinismo, paracaidismo, parapente, paseos en autos 4x4, cayucos y rappel en zonas boscosas, actividades que demandan, además de gran fortaleza física y dedicación, equipos especializados.
Hasta hace algunos años, se consideraba "extremo" practicar surfing, skateboarding (andar en patineta) y el motocross. Además, existía el estereotipo del deportista "de mente abierta" o alocado.
Hoy día, hasta los hoteles que existen, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, ofrecen como atractivo alguna actividad "extrema". Para los turistas o visitantes, participar en alguna de estas es tan fácil como pedir una bebida.
Aun así, algunos deportes extremos no son tan conocidos en Panamá, pero se están abriendo paso como el bungee jumping, que consiste en saltar al vacío desde un puente, con los tobillos atados a una cuerda especial, y el parapente con motor -considerada la aeronave más pequeña y liviana del mundo-.
Este es un aparato que llegó a Panamá en 1999 y se compone de un paracaídas, una silla y un pequeño motor propulsado por una hélice.
Su costo aproximado es de 9 mil dólares y es considerado la manera más fácil de volar. Dependiendo del peso de la persona, se debe usar un motor de 22, 26, 30 ó 33 caballos de fuerza.
LUGARES PARA practicar
Entre los sitios principales para la práctica de deportes extremos en el país se encuentran las provincias de Colón y Chiriquí.
Precisamente, es en Colón donde se realiza la Triatlón de Portobelo, que combina pruebas de bicicleta XTerra, natación en aguas abiertas y corrida. Además, por la claridad de sus aguas, la práctica del buceo encaja de manera perfecta.
Chiriquí es ideal para practicar river rafting, por la calidad de sus ríos. A la compañía Chiriquí River Rafting, se le considera la pionera en esta actividad en los ríos Chiriquí y Chiriquí Viejo.
El poder de las aguas se mide del 1 al 5, siendo el nivel 1 el más adecuado para personas con o sin experiencia, y los niveles 4 y 5 para profesionales.
El costo para experimentar las corrientes chiricanas es de 90 dólares. La travesía comienza en tierra firme, ya que es necesario atravesar bosques -que como valor agregado para el deportista- ofrecen la oportunidad de apreciar la fauna local.
Los Xtreme Games (como se conocen en inglés) llegaron a Panamá para quedarse, y ya son considerados como parte integral para el desarrollo y explotación del turismo nacional.

