Un poco más de $19 millones le han costado al Estado los 27 mil 457 estudiantes que reprobaron el año escolar 2010, según se desprende de informaciones proporcionadas por el Ministerio de Educación (Meduca).
Y es que, según cifras oficiales, cada estudiante de premedia y media que no logra avanzar de año, le cuesta al Estado aproximadamente $700.
Al respecto, la viceministra de Educación, Mirna de Crespo, comentó que los fracasos escolares representan una “cifra [en dólares] muy fuerte”. Sin embargo, esta no es la única pérdida que provocan.
Cuando un estudiante reprueba un año de estudio, no solo sus padres y docentes han perdido tiempo y recursos, sino que crea una carga adicional relacionada con la edad del estudiante que permanece en un grado que no le corresponde cronológicamente, explicó Crespo.
La funcionaria también lamenta el hecho de que el alumno fracasado tendrá que enfrentar una serie de situaciones psicológicas, al estar en un lugar que ya no le corresponde, así como la realidad de que sus compañeros avanzan en sus estudios mientras se queda rezagado.
Esta situación, concluye la funcionaria, hace al estudiante vulnerable y, en consecuencia, candidato a dejar el colegio, lo que agrava el problema educativo del país.
VEA Los costos del fracaso
