Panamá tiene alrededor de 400 especies de flora exótica registradas, lo que representa casi un 4% de la flora en el territorio nacional. Pero aunque no todas las especies exóticas tienen un impacto negativo sobre los ecosistemas, algunas desplazan la flora nativa y ocasionan daños ecológicos o económicos.
Por ejemplo, la paja blanca o paja canalera (Saccharum spontaneum) es altamente inflamable, por lo que su quema, sobre todo en la época seca, contribuye al deterioro de la calidad del aire. Además, no permite el establecimiento de especies nativas, ocupando terrenos que podrían reforestarse o convertirse en bosques.
La Hydrilla verticilata, una maleza acuática que se encuentra en ríos y lagos (incluyendo el lago Gatún), puede representar altos costos tanto para la pesca deportiva como para la operación del Canal.
Para determinar cuáles son las especies con mayor potencial invasor y sus efectos negativos, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) está financiando un estudio. Éste durará dos años y será liderado por el doctor Omar López, investigador postdoctoral asociado al Instituto Smithsonian, junto a la coinvestigadora Ingrid María Parker, de la Universidad de California en Santa Cruz.
Según el doctor López, el estudio tratará de abarcar todas las regiones del país y busca proveer de información científica básica para que las entidades encargadas de las políticas ambientales, como la Autoridad Nacional del Ambiente, puedan tomar decisiones bien fundamentadas.
Se seleccionará de cuatro a cinco estudiantes universitarios que, a mediados de este año, recibirán talleres de capacitación para reforzar la identificación de la flora.
También se recolectará información bibliográfica de las especies exóticas que han sido reportadas como "problemáticas" en otros países y se complementará con la información de botánicos locales.
La recopilación de esta información servirá para la creación de una sub-lista de especies y un protocolo de mues-treo –que aún no se ha determinado si incluirá áreas protegidas o solo poblados– para evaluar si algunas de estas especies crecen de manera agresiva en el país y si requiere de algún tipo de manejo especial.
