Del genocidio de Ruanda, en África, se sabe muy poco, excepto que la mayoría hutu masacró a cerca de 800 mil tutsis y hutus moderados, en unos pocos meses en 1994.
La periodista María Laura Carpineta narra que la lucha entre los hutus y los tutsis ha sido una de las más salvajes de los últimos tiempos.
“A diferencia de los métodos sofisticados de los nazis, en Ruanda las armas eran machetes y cuchillos, y los verdugos fueron vecinos, estudiantes y los curas”, escribió Carpineta.
Según la enciclopedia digital Wikipedia, en abril de 1994 el asesinato del general Juvenal Habyarimana desencadenó una serie de matanzascontra los tutsis. Fueron asesinadas alrededor de 800 mil personas, las mujeres que sobrevivieron fueron violadas, y muchos de los 5 mil niños nacidos fruto de esas violaciones fueron ultimados.
Wikipedia señala que “el genocidio fue financiado, en parte, con el dinero sacado de programas de ayuda internacional, tales como la financiación proporcionada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional”.
Se estima que se gastaron 134 millones de dólares en la preparación de la masacre. Se gastaron 4.5 millones de dólares para la compra de machetes, azadas, hachas, cuchillos y martillos. Esto permitió que uno de cada tres varones tuviera un machete nuevo.
JUICIOS Y CASTIGOS
El 8 de noviembre de 1994, por resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se creó el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Los tribunales ruandeses iniciaron centenares de procesos en contra de los inculpados de violaciones a los derechos humanos. Hasta la fecha han sido condenadas alrededor de 700 personas.
El 2 de septiembre de 1998 el Tribunal sentenció al primer culpable: Jean-Paul Akayesu. También fue sentenciado Simeon Nchamihigo (cadena perpetua). La mención de su nombre causaba terror. También fue condenado el periodista belga George Henry Ruggiu, por incitar al crimen.
El escritor ruandés Benjamín Sehene dijo que actualmente todos los ruandeses viven en un clima de desconfianza étnica y temor a las represalias. Todavía hay muchos culpables que deambulan tranquilamente por las colinas, gozando de la impunidad y el olvido.
ASI SUCEDIERON LOS HECHOS
DETONANTE: La muerte del general Juvenal Habyarimana desencadenó una serie de matanzas contra los tutsis.RECURSOS: Muchos de los fondos que se destinaron para comprar armas provenían de programas de ayuda internacional para el país.CASTIGO: Muchos de los culpables del genocidio se han escapado de la justicia.SECUELA: Miles de mujeres que fueron violadas, hoy sufren de sida.
LA NOTICIA EN RESUMEN
LA TRAGEDIA:Después de 14 años, todavía hay muchas preguntas sin contestar sobre una de las masacres más crueles del siglo XX.
La matanza se inició en abril de 1994, motivada por diferencias étnicas y políticas irreconciliables entre los hutus, mayoría en Ruanda, y la minoría de los tutsis. Fueronasesinadas aproximadamente 800 mil personas, mediante métodos crueles. No hubo respeto por ancianos, mujeres y niños. Todavía hay muchos culpables que buscar por violaciones a los derechos humanos.
UN MUNDO DE POBREZA Y DE VIOLENCIA ÉTNICA
Ruanda se encuentra al este de África. Tiene 8.6 millones de habitantes y una superficie de 26 mil 338 kilómetros cuadrados. La población indígena la constituyen tres grupos étnicos: los hutus (85%) los tutsis (14.0%) y los pigmeos (1%). En 2001 las creencias religiosas eran de 56.5% católicos, 26% protestantes, 11.1% adventistas y 4.6% musulmanes.
Desde que Ruanda se independizó de Bélgica, sus líderes siempre han sido hutus, dentro de una rivalidad étnica agravada por la falta de tierras y una economía débil que depende de la exportación de café.
Wikipedia indica que en 1994 las milicias hutus, llamadas Interahamwe, fueron entrenadas por el Ejército ruandés. Por medio de la Radio Televisión Libre de las Mil Colinas se inició una campaña de persecución de los tutsis. Los mensajes hacían énfasis en las diferencias étnicas. En una ocasión, una miembro del
Gabinete ruandés insinuó que todos los problemas de Ruanda se acababan con la exterminación de los tutsis. Y poco después vino el genocidio.

