Son ya pocos los lugares de la Tierra que quedan por explorar. Las grandes expediciones hacia tierras ignotas son hoy cosa del pasado. En los mapas, casi todos los sitios aparecen identificados plenamente, con colores y nombres.
No obstante hay un territorio que falta por conocer plenamente: nuestro propio polo norte. Nuestra mente. Si bien sabemos bastante del órgano donde esta se aloja, con sus hemisferios y neuronas, no hemos terminado de comprender la totalidad de las maneras misteriosas en las que actúa. A veces, la mente nos juega sucio. Podemos padecer de fobias irracionales, miedos infundados y, hasta de trastornos emocionales que pueden afectar al propio cuerpo.
Usualmente estas condiciones pueden ser tratadas por la medicina convencional.
Pero ocurren casos en los cuales los tratamientos comunes no pueden surtir efecto sin que primero se descubra la raíz psicológica del trastorno. Es aquí donde la neurociencia posee una ruta alternativa para tratar este tipo de indisposiciones: la hipnoterapia.
