Si pasa por el Camino del Oleoducto en Gamboa y presta atención a los sonidos del bosque, quizás logre escuchar a la larva de una mosca excavando túneles dentro de los árboles viejos o débiles.
Cuando la larva de Pantophthalmus planiventris, la mosca más grande y discreta de Panamá (llamada la mosca gigante de la madera), ataca un árbol, cava un canal principal y con una especie de "cola", arroja la madera fuera del mismo.
Puede permanecer adentro hasta dos años, haciendo otros caminos y dejando numerosos huecos en el tronco.
En su etapa larval, no se conocen depredadores capaces de extraerla para comerla, pero después de tanto cavar, pasar por la metamorfosis y convertirse en moscas adultas, solo vive un mes y puede ser una presa atractiva por su tamaño -de hasta 3 pulgadas- para algunas aves o lagartijas.
Pero no debe preocuparse por los árboles en su patio ni por sus muebles. Esta mosca solo se encuentra en bosques y no va tras la madera procesada.
En el mundo animal existen un millón 300 mil especies (cifra que cambia cada día, según se encuentran y describen más especies nuevas), de las cuales los invertebrados representan el 96% de la diversidad biológica del planeta; y los vertebrados, solo el 4%.
Dentro de los invertebrados, los artrópodos (animales con patas articuladas como arañas y moscas, entre otros) son un millón de especies.Las moscas, que pertenecen a la orden Díptera, son cerca de 200 mil especies y se caracterizan por tener dos alas, y detrás de estas, unas estructuras llamadas halterios, que les sirven para balancearse en vuelo y que son vestigios de que alguna vez, sus antepasados tuvieron otro par de alas.
Aunque el hombre asocia las moscas con un molesto insecto que hay que matar, que transmite enfermedades y que es una plaga, según el biólogo Mathieu Rapp, investigador del Instituto Smithsonian, las que representan peligro para la salud humana no son más de 15 especies.
Existen 20 especies de la mosca gigante de los bosques tropicales -que habitan desde México hasta el norte de Argentina- y en Panamá hay cinco especies endémicas.
En la especie Pantophthalmus planiventris, el macho tiene los ojos más unidos que la hembra y posee alas con coloración anaranjada, mientras que la hembra es más negra.
Rapp afirma que hasta ahora se desconoce su ritual de apareamiento y reproducción. Incluso, señala el científico, no se sabe qué come la mosca adulta, pues si se crían en cautiverio no acepta alimentos ni tampoco se reproduce.
