Fostoxin, un insecticida en polvo que es tóxico al ser inhalado o ingerido y que explota al contacto con el agua, fue el producto que una persona hasta ayer desconocida arrojó al río Curundú el pasado miércoles en la tarde.
El Cuerpo de Bomberos de Panamá y Ensol, empresa experta en derrames tóxicos, hasta ayer habían hallado 12 tubos con el contaminante en el río.
La Dirección de Investigación Judicial busca al responsable, a través del número de placa correspondiente a un pick up, que fue proporcionado por un testigo.
El bombero que sufrió intoxicación el miércoles, ya salió del hospital. Los dos policías que se vieron en la misma situación siguen hospitalizados, pero estables.
