Cada vez más, jóvenes panameños se unen a grupos de Alcohólicos Anónimos (AA) para iniciar, con apoyo de otros ya recuperados, el duro camino de la rehabilitación personal.
José H., presidente de la Segunda Convención Nacional de AA, que concluye hoy, en la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, afirmó que muchos jóvenes, incluso adolescentes, se adhieren porque están pensando con inteligencia y admiten que enfrentan un serio problema: la bebida.
Luis R., custodio de la Asociación AA, y psicólogo de profesión, explicó que los jóvenes enfrentan muchas presiones derivadas de problemas familiares, falta de oportunidades y la necesidad de triunfar en su medio. Ello les crea ansiedades y frustraciones que hallan una falsa respuesta en el consumo habitual de licor.
Freddy P., un joven de 18 años de Tolé, narró que se unió a los AA cuando admitió que su vida no valía un centavo por la ebriedad continua, luego de perder la confianza de su padre y hacer muy infeliz a su madre.
Freddy estima que la inconciencia de la mayoría de los jóvenes no los deja discernir a tiempo y propicia este hábito.
La Encuesta Nacional de Juventud 2004, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, encontró que el 32% de los jóvenes -entre 15 y 24 años- consume alcohol, lo cual se agrava en los centros urbanos. De esta tasa, el 45.6% son varones y el 18.2%, mujeres.

