Nueve de las lenguas que se hablan en Panamá podrían desaparecer debido a los pocos hablantes que poseen, según el último Atlas de las lenguas en peligro en el mundo, confeccionado por la UNESCO.
El woun meu (de los waunaan), el teribe, bri-bri, buglé y el criollo inglés que se habla en la isla Colón de Bocas del Toro están “en peligro” o “seriamente en peligro”, mientras que el criollo panameño (Bocas, Colón y Panamá) está a punto de extinguirse.
Las lenguas emberá, kuna y ngäbere también están en la lista, pero por tener mayor cantidad de hablantes están en el rango de “vulnerables”.
Para la lingüista Ana Montalván, aunque lenguas como el bri-bri tienen pocos hablantes, el programa de educación intercultural bilingüe del Ministerio de Educación busca, precisamente, que estos idiomas sigan hablándose entre las nuevas generaciones.
El Atlas de la UNESCO está formado por 2 mil 498 lenguas, incluyendo 219 ya desaparecidas. Solo en América existen 714 idiomas en riesgo de extinción.